El Mercado de Flores de Cuenca está convenientemente ubicado al costado de la Catedral Nueva, en la calle Mariscal Sucre. Abre sus puertas temprano en la mañana, generalmente desde las 7:00 AM, hasta la tarde, alrededor de las 6:00 PM. Puedes llegar caminando fácilmente si estás por el centro histórico o en taxi.

¡Buenas noticias! La visita al Mercado de Flores de Cuenca es completamente gratuita. Puedes pasear, admirar la belleza de las flores y empaparte del ambiente sin ningún costo de entrada. Los precios de las flores son muy accesibles si decides llevarte un hermoso ramo.

Para disfrutar plenamente del Mercado de Flores y admirar la variedad de colores y aromas, te recomendamos dedicar entre 30 minutos y 1 hora. Si eres amante de la fotografía o buscas un ramo perfecto, podrías extender tu visita un poco más.

El Mercado de Flores de Cuenca es un punto emblemático de la ciudad, arraigado en la tradición y la cultura local. Aunque quizás no tenga una gran historia documentada como un museo, su significado radica en ser un vibrante centro de comercio y un reflejo de la vida cotidiana cuencana, donde productores y compradores se encuentran en un ambiente festivo y colorido.

El mejor momento para visitar el Mercado de Flores es por la mañana, especialmente los días de semana, ya que es cuando la actividad es más alta, las flores están más frescas y hay menos aglomeraciones. Cuenca tiene un clima agradable todo el año, por lo que cualquier estación es buena para visitarlo.

El Mercado de Flores de Cuenca se encuentra en un espacio abierto y a nivel de la calle, lo que facilita el acceso para personas con movilidad reducida o que usan silla de ruedas. Sin embargo, puede haber cierta congestión de personas, especialmente en horas pico, así que se recomienda ser precavido. Al ser un espacio al aire libre, no hay escalones significativos.

¡Estás en una ubicación privilegiada! Justo al lado tienes la imponente Catedral Nueva y, cruzando la calle, se extiende el Parque Calderón. Además, el Mercado 10 de Agosto, ideal para probar la gastronomía local, está a solo unas cuadras. Todo el centro colonial está a tu disposición para explorar.

Te recomiendo llevar tu cámara para capturar los vibrantes colores y aromas. No dudes en interactuar con los vendedores, son muy amables y pueden contarte sobre las variedades de flores. Si buscas un recuerdo, considera comprar un pequeño ramo; son bastante económicos. Y por supuesto, ¡déjate llevar por la belleza de este lugar único!