Una fortaleza histórica construida en el siglo XVIII, destacada por su arquitectura de piedra y su importancia en la defensa de la región.
Un parque nacional con diversas flora y fauna, además de playas, senderos y el propio Fuerte de Santa Teresa.
Un cuerpo de agua de color oscuro rodeado de bosques y dunas, ideal para actividades al aire libre como senderismo y observación de aves.
Extensas playas de arena blanca y aguas claras que son perfectas para relajarse, nadar y practicar deportes acuáticos.
Una reserva natural marina y costera conocida por su biodiversidad y sus esfuerzos de conservación, incluyendo tortugas marinas y aves.
Una pintoresca aldea de pescadores en la desembocadura del arroyo Chuy, con hermosas playas y ambiente tranquilo.
Un puente que conecta Chuy con la ciudad brasileña de Chuí, representando un símbolo de la hermandad entre ambos países.