Considerado uno de los tres jardines paisajísticos más bellos de Japón, Kenrokuen ofrece paisajes impresionantes en cualquier temporada del año.
Este castillo reconstruido es un símbolo histórico de la ciudad y ofrece una visión del Japón feudal, con sus paredes blancas y sus torres.
Un distrito tradicional de casas de té geisha donde se pueden explorar calles antiguas y edificios históricos.
Un museo de arte moderno que alberga una impresionante colección de obras contemporáneas de artistas japoneses e internacionales.
Famoso por sus numerosos secretos y trampas, este templo ofrece una experiencia fascinante al explorar su arquitectura defensiva.
Un mercado vibrante y bullicioso donde se pueden encontrar mariscos frescos, frutas, verduras y otros productos locales.
Un área donde residían los samuráis, conocida por sus calles adoquinadas, muros de barro y casas de samuráis preservadas.
Un santuario sintoísta famoso por su puerta única que combina estilos arquitectónicos japoneses, chinos y occidentales.
Un museo dedicado al filósofo Daisetz Teitaro Suzuki, conocido por su trabajo sobre el budismo zen.
Una villa samurái elegante construida en el periodo Edo, famosa por su arquitectura y su jardín.