El corazón de la ciudad, conocido por sus casas de entramado de madera y calles empedradas.
Una iglesia gótica con elementos de diferentes estilos arquitectónicos, incluyendo neoclásico.
Un edificio histórico que alberga el parlamento regional y es conocido por su arquitectura clásica.
Un extenso parque con jardines formales, un invernadero, y una rosaleda.
Un mercado tradicional donde se pueden encontrar productos locales y especialidades gastronómicas.
La antigua entrada principal a la ciudad, con una rica historia que data del siglo III.
Un museo que alberga una colección de arte europeo desde la Edad Media hasta la actualidad.
El río que atraviesa Rennes, ofreciendo hermosas vistas y paseos a lo largo de sus orillas.
Un complejo cultural que incluye una biblioteca, un museo de ciencia y un planetario.
Un teatro del siglo XIX conocido por su arquitectura y su programa de ópera y música clásica.