Descubre la historia y los secretos de Palacio de Verano de Bao Dai con nuestra audioguía.
El Palacio de Verano de Bao Dai suele abrir todos los días de 7:00 a 17:00. Puedes llegar fácilmente en taxi desde el centro de Da Lat, o si prefieres una experiencia más local, en moto. ¡Es un paseo muy agradable!
La entrada para adultos suele costar alrededor de 30.000 VND (aproximadamente 1,20 USD). Para niños, el precio es generalmente de 15.000 VND. No suelen ofrecer descuentos importantes, pero el precio es bastante accesible para todos los bolsillos.
Para explorar el palacio tranquilamente y disfrutar de sus jardines, te recomiendo dedicar de 1 a 1,5 horas. Si te gusta leer cada cartel y sumergirte en la historia, podrías extenderlo un poco más.
Este palacio fue la residencia de verano del último emperador de Vietnam, Bao Dai, durante los años 30. Su importancia radica en que ofrece una fascinante ventana a la vida de la realeza vietnamita y a la historia del país antes de la guerra. Es un testimonio palpable de una época pasada.
Para evitar las aglomeraciones y disfrutar de una luz más suave para tus fotos, te sugiero visitarlo a primera hora de la mañana (justo al abrir) o a última hora de la tarde. En cuanto a la época del año, la estación seca (de noviembre a marzo) es ideal por el clima agradable y menos lluvias.
Lamentablemente, el Palacio de Verano no está completamente adaptado. Hay escaleras en el interior y algunos caminos pueden ser irregulares. Si tienes movilidad reducida, te recomendamos contactar al personal para obtener información más detallada: +84 263 3822 571.
Muy cerca del palacio, puedes visitar la Pagoda Linh Son o el famoso Crazy House (Hang Nga Guesthouse), que es una experiencia arquitectónica totalmente única y cercana. ¡Prepárate para la sorpresa!
Te aconsejo usar calzado cómodo, ya que hay mucho que explorar. Considera contratar un guía local si quieres profundizar en la historia, o al menos llevar una guía de viaje para no perderte ningún detalle. ¡Y no olvides tu cámara para capturar la belleza colonial!