El Jardín Botánico de Oxford abre todos los días. Los horarios pueden variar según la temporada, te recomiendo consultar la web oficial para los horarios más actualizados. La entrada principal se encuentra en Rose Lane, justo al lado del puente de Magdalen. Consulta aquí los horarios y cómo llegar.

Sí, el Jardín Botánico de Oxford tiene una tarifa de entrada para visitantes no miembros. Los precios varían según la edad y si eres estudiante. Es una inversión que vale la pena para mantener este precioso espacio. Puedes ver las tarifas actuales y comprar tus entradas online aquí.

Para disfrutar plenamente del Jardín Botánico y sus invernaderos, te sugeriría dedicarle entre 2 y 3 horas. Así podrás pasear con calma, admirar las diferentes colecciones y quizás detenerte a tomar algo. Si vas con prisa, una hora te dará una buena primera impresión.

El Jardín Botánico de la Universidad de Oxford es el jardín botánico más antiguo del Reino Unido, fundado en 1621. Se creó inicialmente para el estudio de plantas medicinales y ha jugado un papel crucial en la investigación botánica y la conservación de especies. Es una auténtica joya viva con siglos de historia. Descubre más sobre su fascinante historia.

La primavera (abril-mayo) y principios del verano (junio-julio) son ideales para ver el jardín en su máximo esplendor, con muchas floraciones. El otoño también es espectacular por sus colores. Por la mañana temprano o a última hora de la tarde suelen ser los momentos más tranquilos para evitar aglomeraciones.

Sí, el Jardín Botánico de Oxford es en gran medida accesible. La mayoría de los caminos son planos y pavimentados, y los invernaderos también están diseñados para ser accesibles. Cuentan con aseos adaptados. Puedes revisar los detalles de accesibilidad aquí.

¡Oxford está lleno de maravillas! Justo al lado tienes el impresionante Magdalen College y puedes dar un paseo en punting por el río Cherwell. Otros lugares cercanos imprescindibles son la Radcliffe Camera, la Bodleian Library y el Ashmolean Museum. Explora el centro histórico, ¡no te arrepentirás!

Lleva calzado cómodo para pasear, y si el clima lo permite, un picnic para disfrutar en las zonas verdes. Aprovecha para visitar los invernaderos, cada uno es un mundo diferente. Y no te olvides de la tienda de regalos para llevarte un recuerdo. ¡Prepara tu cámara, porque querrás capturar cada rincón!