Los Jardines del Obispo suelen abrir de 10:00 a 16:00 horas, pero estos pueden variar estacionalmente. Se recomienda consultar la página oficial para confirmar los horarios antes de su visita. El acceso está convenientemente situado junto a la Catedral de Lincoln.Consulte los horarios actualizados aquí.

El acceso a los Jardines del Obispo es completamente gratuito, lo que lo convierte en una excelente opción para disfrutar de la belleza natural sin costo alguno. Así que, ¡no hay excusa para no pasear por sus senderos! No se requiere entrada.

Para disfrutar plenamente de los Jardines del Obispo, te sugiero reservar entre 1 y 2 horas. Esto te permitirá pasear tranquilamente, admirar las diferentes secciones y capillas, y disfrutar de las vistas de la Catedral de Lincoln.

Los Jardines del Obispo tienen una rica historia que se remonta a la época medieval, sirviendo como los terrenos privados para los Obispos de Lincoln. Han sido restaurados y cuidados minuciosamente, ofreciendo una visión de cómo eran los jardines paisajísticos históricos y su conexión con la majestuosa Catedral de Lincoln, reflejando siglos de devoción y belleza.

La primavera y el verano son ideales para apreciar la floración y el colorido de los jardines. Por la mañana temprano o a última hora de la tarde, podrás disfrutar de una atmósfera más tranquila y de la hermosa luz del sol, perfecta para la fotografía.

Sí, los jardines están diseñados para ser accesibles, con caminos pavimentados y rampas que facilitan el acceso a la mayoría de las áreas. Sin embargo, algunas zonas pueden tener pendientes suaves, por lo que siempre es recomendable contactar previamente si tienes necesidades específicas.Más información sobre accesibilidad aquí.

Justo al lado tienes la imponente Catedral de Lincoln, un lugar histórico imprescindible. También puedes explorar el Castillo de Lincoln con su Magna Carta, y el encantador barrio de la Catedral, lleno de tiendas independientes y cafés acogedores.

Te recomiendo llevar calzado cómodo para pasear y, si el día lo permite, un picnic para disfrutar en alguna de las zonas verdes. No olvides la cámara, las vistas de la Catedral desde los jardines son espectaculares. Y, por supuesto, ¡tómate tu tiempo para relajarte y absorber la tranquilidad del lugar!