Un fenómeno natural milenario donde las llamas perpetuas brotan de la roca, fuente de mitos y maravillas.
Yanartaş, la Quimera, está abierto las 24 horas del día, los 7 días de la semana, aunque la subida puede ser un desafío en la oscuridad. Se recomienda visitarlo por la tarde para presenciar las llamas al anochecer. Para llegar, puedes tomar un taxi o minibús (dolmuş) desde Kemer o Çıralı hasta la base de la montaña, y luego es una caminata cuesta arriba de unos 20-30 minutos por un sendero marcado.
Sí, hay una pequeña tarifa de entrada para acceder al sendero que lleva a las llamas de Yanartaş. El precio suele rondar los 20-30 TRY (liras turcas) por persona, pero siempre es bueno verificar los precios actualizados en el sitio. No olvides llevar algo de efectivo, ya que es posible que no acepten tarjetas en la entrada.
Para una visita cómoda, te recomendamos planificar entre 2 y 3 horas. Esto incluye el tiempo para el ascenso y descenso, además de un buen rato para disfrutar de las llamas y el ambiente en la cima. Si planeas cenar en uno de los restaurantes cercanos a la base (Çıralı), considera añadir una hora más.
Yanartaş, o 'la piedra ardiente', es famosa por sus llamas naturales de gas metano que emergen perpetuamente de las rocas. Históricamente, se asocia con el mito griego de la Quimera, una criatura con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente que escupía fuego. Se cree que el héroe Belerofonte, montado en Pegaso, derrotó a la Quimera y la enterró bajo la montaña, donde aún respira fuego.
El mejor momento para visitar Yanartaş es al atardecer o después de que oscurezca. Las llamas son mucho más visibles y espectaculares en la oscuridad, creando una atmósfera mágica. En cuanto a la época del año, la primavera (abril-mayo) y el otoño (septiembre-octubre) ofrecen temperaturas más agradables para la caminata que los calurosos meses de verano.
Desafortunadamente, el acceso a las llamas en Yanartaş no es adecuado para personas con movilidad reducida o para el uso de cochecitos de bebé. El sendero es empinado, rocoso y irregular, con muchos escalones de piedra; requiere una buena condición física. No hay rampas ni ascensores disponibles.
Muy cerca de Yanartaş, puedes visitar la hermosa playa de Çıralı, ideal para relajarse y nadar. También, las ruinas de la antigua ciudad licia de Olympos, con su impresionante teatro y otros edificios históricos, están a poca distancia. Ambas ofrecen una excelente combinación de naturaleza y cultura.
¡Claro! Lleva calzado cómodo y resistente, ya que la subida es por un sendero pedregoso. No olvides una linterna, incluso si vas al atardecer, ya que el descenso será en la oscuridad. También te recomiendo llevar agua y quizás algunos dulces. Y, por supuesto, ¡una cámara para capturar las impresionantes llamas!
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