El Laberinto de Boj se encuentra dentro del Prinsentuin, que suele estar abierto al público de 8:00 a 18:00 horas todos los días. Puedes acceder libremente al laberinto durante este horario, ya que forma parte del parque. Te recomendamos consultar los horarios exactos en la web oficial del municipio de Groningen, ya que pueden variar estacionalmente.

¡No! El acceso al Prinsentuin y, por lo tanto, al Laberinto de Boj, es completamente gratuito. Es un parque público mantenido por el ayuntamiento de Groningen, así que puedes disfrutar de sus encantos sin coste alguno. Es ideal para un paseo relajante o un momento de desconexión.

El Laberinto de Boj no es muy grande, por lo que una visita tranquilamente, incluyendo fotos y algún despiste, probablemente te llevará entre 20 y 30 minutos. Si solo quieres cruzarlo, puedes hacerlo en mucho menos tiempo, pero la idea es disfrutar de la experiencia.

¡Claro que sí! El Prinsentuin, o 'Jardín del Príncipe', tiene una rica historia que se remonta al siglo XVII. Fue diseñado como un jardín renacentista para los Stadholders y el laberinto es una recreación de una característica ornamental popular de la época. Es un hermoso ejemplo de paisajismo histórico holandés.

La primavera y el verano (de mayo a septiembre) son las mejores épocas para ver el laberinto en todo su esplendor verde y florido. Por la mañana temprano o al final de la tarde son momentos ideales para evitar multitudes y disfrutar de una luz más suave para las fotos.

El Prinsentuin en general es bastante accesible, con caminos pavimentados. Sin embargo, el laberinto en sí mismo consiste en senderos de grava y pasillos estrechos entre los setos, lo que podría dificultar un poco el paso con sillas de ruedas o carritos de bebé muy grandes. Los perros de asistencia suelen ser bienvenidos, pero consulta las normas del parque.

El Prinsentuin está en pleno centro de Groningen, así que tienes muchísimas opciones. Justo al lado, puedes visitar el Groninger Museum con su impresionante arquitectura, la Martini Tower o simplemente pasear por los encantadores canales y calles del centro histórico de la ciudad. Hay muchos cafés y tiendas cercanas.

Te aconsejo llevar calzado cómodo, ya que estarás caminando sobre grava. No olvides tu cámara, es un lugar muy fotogénico. Y si tienes tiempo, siéntate en uno de los bancos del Prinsentuin después de recorrer el laberinto para empaparte del ambiente tranquilo y la belleza del jardín.