La Playa de Mogren es una playa pública y, por lo tanto, no tiene horarios de apertura ni cierre definidos, ¡puedes visitarla en cualquier momento! Se accede a ella a través de un pintoresco camino costero desde la Ciudad Vieja de Budva, que dura aproximadamente 10-15 minutos a pie. No hay acceso directo en coche, lo que la hace aún más encantadora.

¡Fantástica noticia! La entrada a la Playa de Mogren es completamente gratuita. Solo tendrás que pagar si decides alquilar tumbonas y sombrillas, que tienen precios variables según la temporada y el proveedor. Los precios suelen oscilar entre los 10 y 20 euros por un juego completo para el día.

Para disfrutar plenamente de la Playa de Mogren, te recomendaría dedicarle al menos medio día, entre 3 y 4 horas. Esto te permitirá relajarte en la arena, darte un chapuzón en sus aguas cristalinas y explorar los pequeños puentes y túneles que conectan sus dos secciones. Si te apetece, incluso puedes quedarte al atardecer, ¡es espectacular!

¡Claro que sí! La Playa de Mogren debe su nombre a un marinero español llamado Mogrini, quien, según la leyenda local, naufragó en sus costas. Como agradecimiento por haber salvado su vida, construyó en las rocas de la playa una pequeña iglesia dedicada a la Madonna, a la que se le atribuye la protección de los marineros.

El mejor momento para visitar Playa de Mogren es durante los meses de verano (junio a septiembre), cuando el clima es cálido y el agua del Adriático es perfecta para nadar. Para evitar las multitudes, te sugiero ir a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Los atardeceres desde aquí son inolvidables.

Lamentablemente, el acceso a la Playa de Mogren puede ser un desafío para personas con movilidad reducida. El camino desde la Ciudad Vieja implica escalones y un sendero rocoso, y las propias playas son de arena y guijarros. No hay rampas ni facilidades específicas para sillas de ruedas en este momento.

¡Estás en un lugar privilegiado! Justo al lado tienes la increíble Ciudad Vieja de Budva, con sus murallas, calles empedradas y encantadoras plazas. También puedes acercarte a la Isla de Sveti Stefan, un antiguo pueblo de pescadores convertido en un exclusivo hotel, o disfrutar de las vistas desde el mirador de la estatua de la Bailarina de Budva.

¡Absolutamente! Te recomiendo llevar calzado cómodo para el camino, protector solar, un gorro y suficiente agua, especialmente en verano. Hay algunos bares de playa donde puedes comprar bebidas y aperitivos, pero llevar los tuyos puede ser útil. Y, por supuesto, ¡no olvides tu cámara para capturar la belleza de este lugar!