Los Portales de Veracruz es un espacio público que forma parte del Zócalo de la ciudad y está abierto las 24 horas del día, todos los días de la semana, para que puedas disfrutar de su ambiente vibrante. Al ser un área abierta, el acceso es completamente libre.

¡No, para nada! Disfrutar del ambiente, la música y la arquitectura de Los Portales no tiene costo alguno, ya que es un espacio público. Sin embargo, si decides sentarte en alguno de sus históricos cafés o restaurantes, sí tendrás que pagar por lo que consumas.

Si solo quieres pasear y empaparte del ambiente, con 30-60 minutos es suficiente. Pero si planeas sentarte a tomar un café, escuchar un danzón o cenar, podrías pasar fácilmente entre 1 y 2 horas, o incluso más, disfrutando tranquilamente de la energía del lugar.

Los Portales son un ícono de Veracruz por su rica historia y su papel como epicentro social y cultural. Han sido testigos de eventos históricos y son famosos por albergar la vitalidad del café 'La Parroquia' y la tradición del danzón, manteniendo viva la esencia jarocha a través de generaciones.

El mejor momento para experimentar la atmósfera vibrante de Los Portales es por la tarde-noche, especialmente los fines de semana, cuando la música en vivo y el ambiente festivo están en su apogeo. En cuanto a la época del año, los meses de noviembre a marzo suelen tener un clima más agradable, evitando el calor y la humedad del verano.

Sí, Los Portales son bastante accesibles para personas con movilidad reducida ya que es una zona peatonal plana y está al nivel de la calle. Los establecimientos que se encuentran bajo los portales suelen tener entradas a nivel o con rampas provisionales, facilitando el acceso a sus interiores para consumir.

Estás en el corazón de Veracruz, ¡hay mucho cerca! A pocos pasos tienes la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el Palacio Municipal, y el icónico Malecón, ideal para un paseo con vista al mar. También puedes visitar el Acuario de Veracruz a poca distancia.

Te aconsejo venir con tiempo, sentarte en uno de los cafés y pedir un 'lechero' o una 'bomba', ¡es una experiencia imperdible! Estate atento a la música de marimba o danzón que suele sonar. Y no olvides llevar efectivo para propinas a los músicos o para pequeñas compras, aunque la mayoría de los negocios aceptan tarjeta.