Descubre la historia y los secretos de Palacio Bahía con nuestra audioguía.
El Palacio Bahía suele abrir sus puertas al público todos los días desde las 09:00h hasta las 17:00h. Se encuentra en el barrio de la Mellah, y es accesible a pie desde la plaza Jemaa El Fna, a unos 15-20 minutos de caminata por las laberínticas calles de la Medina. Te recomiendo usar un mapa online para orientarte, aunque es fácil encontrarlo siguiendo las indicaciones.
La entrada general al Palacio Bahía tiene un coste simbólico de unos 70 MAD (dirhams marroquíes), lo que equivale a aproximadamente 6-7 euros. No suele haber tarifas especiales para estudiantes o niños, aunque siempre es bueno preguntar en la taquilla. Te recomiendo llevar efectivo, ya que no siempre aceptan tarjeta.
Para explorar tranquilamente todas las estancias, patios y jardines del Palacio Bahía, te sugiero reservar entre 1.5 a 2 horas. Si te gusta tomar fotografías y admirar los detalles arquitectónicos, podrías extender tu visita un poco más. Es un lugar para pasear sin prisas y absorber su belleza.
El Palacio Bahía, cuyo nombre significa 'palacio de la belleza' o 'palacio de la brillantez', fue construido a finales del siglo XIX por el visir Si Moussa y ampliado posteriormente por su hijo, Ba Ahmed. Representa la magnificencia de la arquitectura y la artesanía marroquí de la época, con sus intrincados diseños de estuco, mosaicos zellige y techos de cedro. Es un testimonio del lujo y el poder de la corte marroquí de aquel entonces.
El mejor momento para visitar el Palacio Bahía es a primera hora de la mañana, justo cuando abren (09:00h), o a última hora de la tarde, antes de que cierren. Así evitarás las grandes aglomeraciones y el calor del mediodía, especialmente en verano. En cuanto al mejor momento del año, la primavera (marzo-mayo) y el otoño (septiembre-noviembre) ofrecen un clima más agradable para pasear por Marrakech.
El Palacio Bahía, al ser una construcción antigua con múltiples niveles y patios, presenta algunas barreras para personas con movilidad reducida. Si bien los patios principales y algunas salas son accesibles, hay escalones y desniveles en varias zonas. No hay ascensores ni rampas adaptadas en todas las áreas. Es recomendable consultar directamente con el personal del palacio o buscar reseñas específicas si tienes necesidades de accesibilidad.Puedes ver algunas opiniones o contactar para mas detalles aquí.
Al estar tan céntrico, el Palacio Bahía se ubica cerca de varios puntos de interés. A pocos minutos a pie puedes visitar el Barrio Judío (Mellah), y si sigues un poco más, llegarás a la Mezquita Koutoubia y sus jardines. También está relativamente cerca de los Jardines y Tumbas Saadies, otra joya arquitectónica que bien merece una visita. La Plaza Jemaa El Fna, por supuesto, está a un corto paseo, ideal para terminar el día.
Claro, para aprovechar al máximo tu visita, te sugiero ir temprano para evitar las multitudes. Viste ropa cómoda y respeta el ambiente, aunque no hay un código de vestimenta estricto. Lleva agua, especialmente si visitas en verano. Tómate tu tiempo para observar los detalles de la artesanía marroquí en los techos, las puertas y los mosaicos, son una obra de arte. Y no olvides tu cámara, ¡cada rincón es fotogénico! Considera contratar una audioguía para enriquecer tu experiencia con información histórica adicional.