El Castillo de Nijo está abierto generalmente de 8:45 a 17:00 (última entrada a las 16:00), aunque los horarios pueden variar. Te recomiendo consultar la web oficial para confirmarlos. La forma más fácil de llegar es en metro, bajándote en la estación Nijojo-mae (Línea Tozai). Es una forma cómoda y rápida de empezar tu experiencia. Puedes encontrar más detalles sobre el acceso en la web oficial del Castillo de Nijo.

La entrada general al Castillo de Nijo cuesta 1.300 yenes. Hay tarifas reducidas para estudiantes y niños, así que no olvides preguntar si cumples los requisitos. Ten en cuenta que si quieres entrar al Palacio Ninomaru, la entrada combinada puede ser una opción más interesante y puede ahorrarte algo de dinero. Puedes consultar los precios actualizados en la sección de tarifas de la web oficial.

Para disfrutar plenamente del Castillo de Nijo y explorar con calma el Palacio Ninomaru, los jardines y los fosos, te recomiendo reservar al menos 2 a 3 horas. Si te gusta la fotografía o simplemente quieres empaparte del ambiente, podrías alargar tu visita un poco más. No lo tomes a la ligera, el sitio tiene mucho que ofrecer.

¡Absolutamente! El Castillo de Nijo fue construido en 1603 como la residencia en Kioto del primer shogun Tokugawa, Tokugawa Ieyasu, marcando el inicio del período Edo. Es famoso por los 'suelos de ruiseñor' en el Palacio Ninomaru, diseñados para chirriar y alertar sobre intrusos. Fue en este castillo donde el último shogun, Tokugawa Yoshinobu, devolvió formalmente el poder al Emperador en 1867, simbolizando el fin del shogunato y el comienzo de la Restauración Meiji. Es un lugar donde la historia japonesa se siente en cada rincón. Puedes profundizar en su historia en la web oficial.

La primavera (finales de marzo a principios de abril) es espectacular por los cerezos en flor, pero también la más concurrida. El otoño, con sus vibrantes colores, es otra opción excelente. Para evitar las mayores aglomeraciones, te sugiero visitarlo a primera hora de la mañana (justo al abrir) o a última hora de la tarde. Los días de semana suelen ser menos concurridos que los fines de semana. Las épocas con festivales o eventos especiales pueden atraer más gente, así que revisa el calendario si prefieres evitar multitudes.

El Castillo de Nijo ha implementado medidas para mejorar la accesibilidad. Los jardines y amplias secciones del recinto son bastante accesibles, con caminos pavimentados. Sin embargo, ten en cuenta que el Palacio Ninomaru, al ser una estructura histórica con pasillos estrechos y suelos altos, puede presentar desafíos para el acceso en silla de ruedas, ya que se requiere quitarse los zapatos y hay algunos escalones. Se recomienda contactar directamente con la administración del castillo para obtener la información más actualizada y específica sobre las facilidades. Puedes encontrar información de contacto en la web oficial.

Kioto está repleto de maravillas, y desde el Castillo de Nijo tienes varias opciones interesantes. Muy cerca, puedes visitar el Santuario de Heian Jingu con su imponente Torii rojo, o dar un paseo por los jardines del Palacio Imperial de Kioto. Si buscas algo más moderno, las calles comerciales de Shijo y Kawaramachi no están lejos y ofrecen una excelente experiencia de compras y gastronomía. Kioto es una caja de sorpresas, ¡así que investiga un poco y adáptalo a tus gustos!

Mi consejo principal es que lleves calzado cómodo, ya que vas a caminar bastante por los jardines y el Palacio Ninomaru (donde, por cierto, tendrás que quitarte los zapatos). También te sugiero que consideres alquilar una audioguía o descargarte una aplicación, ya que te proporcionará información detallada sobre la historia y los puntos de interés. Y no olvides hidratarte, especialmente en verano. Para una experiencia inmersiva, ¡deja volar tu imaginación y visualiza la vida de los shogunes!