Un oasis de paz y biodiversidad en el corazón del río Blanda, testigo de la fuerza de la naturaleza islandesa y de la ingeniosidad humana.
El acceso se realiza exclusivamente a través de un pintoresco puente peatonal que cruza el río Blanda desde Blönduós. La isla está abierta las 24 horas, pero ten en cuenta que **permanece cerrada por conservación** durante la época de nidificación de las aves, generalmente desde finales de abril hasta junio; te recomiendo verificar el estado actual en Visit North Iceland antes de ir.
La entrada a la reserva natural de Hrutey es **completamente gratuita**. Es un espacio público protegido ideal para disfrutar de la naturaleza sin coste alguno, aunque siempre agradecen que los visitantes respeten las normas de conservación para mantenerla así.
La visita es relajada y no te tomará todo el día; calcula entre **45 minutos y una hora** para recorrer los senderos tranquilamente. Es el tiempo perfecto para hacer el circuito completo, disfrutar de las vistas del río glacial y escuchar nuestra audioguía sobre la fauna local.
Hrutey fue declarada reserva natural en 1975 y es un símbolo de reforestación y protección de la biodiversidad en Islandia. Históricamente utilizada para el pastoreo, hoy es un santuario vital para aves y vegetación autóctona en medio de las fuertes corrientes del río Blanda.
La mejor época es el **verano (julio y agosto)**, justo después de la reapertura tras la temporada de nidificación, cuando la vegetación está en su máximo esplendor. Los atardeceres de verano ofrecen una luz espectacular para la fotografía sobre el río.
Aunque el puente de acceso es estable, los senderos dentro de la isla son caminos de tierra y naturaleza que pueden ser irregulares. No se considera 100% accesible para sillas de ruedas estándar, pero personas con movilidad reducida leve pueden transitar las zonas cercanas al puente con precaución.
Aprovecha tu parada para visitar la impresionante iglesia moderna Blönduóskirkja, que imita un cráter volcánico. También te recomiendo visitar el aclamado Museo Textil de Islandia, ubicado a muy poca distancia de la isla.
Lleva calzado cómodo y con buen agarre, ya que el sendero puede estar húmedo por la cercanía al río. Y muy importante: si visitas en verano, trae binoculares para observar las aves sin molestarlas; es una experiencia de inmersión natural única que mejora mucho con una audioguía especializada.
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