Descubre la historia y los secretos de Castillo de Kritinia con nuestra audioguía.
El castillo es un recinto de acceso libre y generalmente está abierto las 24 horas, aunque se recomienda visitarlo con luz natural para mayor seguridad. La mejor forma de llegar es en coche alquilado desde la ciudad de Rodas (unos 50 km), y puedes ubicarlo fácilmente usando Google Maps.
Una de las grandes ventajas de esta atracción es que la entrada al Castillo de Kritinia es totalmente gratuita. No necesitas realizar ninguna reserva previa ni comprar tickets; simplemente llegas al sitio y puedes entrar libremente a explorar las ruinas.
La visita es relativamente rápida; la mayoría de los viajeros dedican entre 30 y 45 minutos para recorrer las murallas y disfrutar del paisaje. Es el tiempo perfecto para estirar las piernas y tomar fotos impresionantes si estás haciendo una ruta en coche por la costa oeste.
Construido en 1472 por los Caballeros de la Orden de San Juan, esta fortaleza tenía la misión crucial de proteger la isla contra los ataques otomanos. Sus muros albergan siglos de historia defensiva y ofrecen una ventana al pasado medieval de la isla, ideal para complementar con una audioguía explicativa.
Sin lugar a dudas, el atardecer es el momento dorado para visitar Kritinia; ver el sol ocultarse tras el mar Egeo y las islas cercanas es un espectáculo visual único. Si prefieres evitar multitudes (aunque no suele estar muy concurrido) y el calor, la primera hora de la mañana también es excelente.
Sí, el acceso presenta dificultades ya que hay que subir una serie de escalones de piedra bastante empinados para llegar a la entrada principal desde el aparcamiento. Lamentablemente, el terreno irregular de las ruinas no es apto para sillas de ruedas o personas con problemas severos de movilidad.
Muy cerca se encuentra el pintoresco pueblo de Kritinia, donde puedes visitar el Museo de Folclore, y a poca distancia está Kamiros Skala para comer pescado fresco. También te recomiendo acercarte al pueblo de montaña de Embonas, famoso en toda la isla por sus excelentes vinos y tabernas locales.
Lleva calzado cómodo y cerrado, ya que el terreno es pedregoso, y asegúrate de llevar agua porque no siempre hay quioscos abiertos en la entrada. No olvides tu cámara, ya que desde lo alto tendrás las mejores vistas panorámicas hacia la isla de Chalki y el mar.
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