Descubre los secretos del Templo de Apolo Epicúreo, una joya arquitectónica de la antigua Grecia enclavada en las montañas de Arcadia.
El sitio arqueológico generalmente abre todos los días de 8:30 a 15:30, siendo la última admisión 20 minutos antes del cierre. Dado que es un lugar remoto y los horarios pueden cambiar según la temporada, recomiendo confirmar antes de subir en la web del Ministerio de Cultura de Grecia.
La entrada general tiene un precio de 6€, mientras que la tarifa reducida es de 3€ para ciudadanos de la UE mayores de 65 años y estudiantes. El acceso es gratuito para menores de 25 años de la UE y en días específicos como el primer domingo de mes en temporada baja (noviembre-marzo).
La visita al templo en sí es rápida, por lo que reservar entre 45 minutos y una hora es suficiente para recorrerlo con calma y absorber la atmósfera. Este tiempo es ideal para escuchar una audioguía detallada y entender por qué Ictino diseñó este edificio de manera tan singular.
Fue el primer monumento griego declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, una obra maestra del arquitecto del Partenón, Ictino. Su importancia radica en que combina los tres órdenes arquitectónicos (dórico, jónico y corintio) y alberga el capitel corintio más antiguo del mundo.
La primavera y el inicio del otoño son los mejores momentos para disfrutar del trayecto por las montañas del Peloponeso sin el calor extremo o la nieve invernal. Si vas en verano, intenta ir temprano en la mañana; aunque el templo está bajo una carpa, la altitud hace que el sol sea fuerte.
La accesibilidad es limitada debido a la ubicación remota y el terreno escarpado y pedregoso del sitio arqueológico. Sin embargo, se puede llegar en coche hasta muy cerca de la entrada del templo, lo que facilita el acceso parcial si se cuenta con acompañamiento.
A unos 14 km se encuentra el encantador pueblo de montaña de Andritsaina, perfecto para comer y ver su famosa biblioteca. También puedes aprovechar para explorar las impresionantes cascadas del río Neda o visitar el sitio de la Antigua Olimpia, que está a una distancia razonable en coche.
Es vital saber que el templo está cubierto por una gran carpa blanca de preservación, lo que altera las vistas pero permite acercarse mucho a las columnas. Además, lleva una chaqueta incluso en verano, ya que al estar a 1.130 metros de altura, el viento suele ser frío y constante.
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