La Colina del Castillo (Colline du Château) está abierta al público durante todo el día, desde el amanecer hasta el anochecer. Puedes acceder caminando a través de varias escaleras desde el 'Vieux Nice' (casco antiguo) o en ascensor gratuito (Ascenseur du Château) que se encuentra al final del Quai des États-Unis, cerca de la playa.

¡No, la entrada a la Colina del Castillo es totalmente gratuita! Es un espacio público que ofrece vistas panorámicas de Niza y sus alrededores sin ningún coste.

Para disfrutar plenamente de las vistas, pasear por los jardines, ver la cascada y explorar las ruinas, te recomendamos dedicarle al menos 1 a 2 horas. Si te gusta la fotografía o simplemente relajarte, podrías extender tu visita.

La Colina del Castillo es el lugar donde se fundó la ciudad de Niza. Aquí se encontraba el antiguo castillo fortificado que dio origen a la ciudad. Aunque hoy solo quedan ruinas, su importancia radica en ser el corazón histórico y defensivo de Niza durante siglos.

El atardecer ofrece vistas espectaculares y mágicas, con la ciudad iluminándose progresivamente. En cuanto a la época del año, la primavera y el otoño son ideales para evitar las aglomeraciones del verano y disfrutar de un clima más templado.

Sí, el ascensor gratuito es accesible para sillas de ruedas, facilitando el acceso a la cima. Una vez arriba, los caminos principales están pavimentados y son relativamente planos, aunque algunas zonas de jardines y miradores pueden tener desniveles leves. Para más detalles sobre accesibilidad, podrías consultar la Oficina de Turismo de Niza: Nice Tourisme.

Justo a los pies de la colina se encuentra el encantador 'Vieux Nice' (casco antiguo), con sus estrechas calles, mercados como el Cours Saleya y numerosos restaurantes. También puedes pasear por la famosa Promenade des Anglais que bordea la playa, o visitar el Puerto de Niza.

Lleva calzado cómodo, protector solar y una botella de agua, especialmente si decides subir caminando. Para la mejor experiencia, te recomiendo subir en ascensor y luego bajar a pie, explorando los diferentes miradores y jardines a tu propio ritmo. Y por supuesto, ¡no olvides tu cámara para capturar las impresionantes vistas!