La Playa del Puntal es una playa natural y, como tal, no tiene horarios de apertura ni cierre; está accesible las 24 horas del día. Para llegar, lo más común es tomar una de las lanchas o pedreñeras desde el embarcadero de Santander, que te dejarán directamente en la arena. También es posible acceder caminando desde Pedreña, pero solo con marea baja.

No, el acceso a la Playa del Puntal es completamente gratuito, ya que es una playa pública. Sin embargo, sí tendrás que pagar el billete si decides utilizar las lanchas o pedreñeras desde Santander para cruzar la bahía, con precios que rondan los 3-4€ por viaje.

Depende de lo que busques: para un simple paseo, con 1 o 2 horas será suficiente. Si planeas bañarte, tomar el sol o disfrutar de un pícnic, podrías pasar fácilmente una mañana o una tarde completa, unas 3 a 5 horas, disfrutando del entorno y las vistas de Santander.

La Playa del Puntal cobra su significado especial por ser una de las pocas playas naturales frente a la bahía de Santander, formada por un cordón litoral que se extiende de forma cambiante. Su importancia radica en su ecosistema dunar, un espacio natural protegido de gran valor ecológico que sirve de refugio para diversas especies de aves marinas.

El verano es la época ideal para disfrutar del baño y el sol, especialmente de junio a septiembre. Si buscas tranquilidad y paisajes impresionantes, la primavera y el otoño son perfectos, evitando las aglomeraciones. A primera hora de la mañana o al atardecer son los momentos más mágicos para un paseo, con luces espectaculares sobre la bahía.

Debido a su naturaleza rústica y el acceso principal en lancha a la arena, la Playa del Puntal presenta limitaciones para personas con movilidad reducida. No cuenta con pasarelas adaptadas ni servicios específicos para tal fin. La arena blanda y la necesidad de descender de las embarcaciones complican el acceso.

Una vez en la bahía, puedes visitar Santander y sus emblemáticos lugares como el Palacio de la Magdalena, el Centro Botín o el Parque de Cabo Mayor. Si accedes desde Pedreña, puedes disfrutar del campo de golf o de su pintoresco pueblo con vistas a la bahía.

Lleva protección solar, gorra y calzado cómodo, pues caminarás por la arena. No olvides algo de beber y comer, ya que no hay muchos servicios en la playa. Si vas en temporada alta, intenta ir temprano para asegurarte un buen sitio. Y, por supuesto, no olvides tu cámara para capturar las impresionantes vistas de Santander desde la bahía.