La Isla de los Pájaros está abierta al público de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. todos los días, excepto en días de mal tiempo extremo. Para llegar, toma un bote desde el muelle principal en el pueblo de Suchitlán, que ofrece tours guiados por unos 10-15 minutos; puedes reservar en el sitio oficial de turismo de El Salvador o llamando al +503 2450-1234 para más detalles.

La entrada básica cuesta alrededor de $3 por persona para adultos y $1.50 para niños, y es gratuita para menores de 5 años. Incluye el acceso al sendero principal, pero si quieres un tour en bote guiado, agrega $5-10 extra; verifica precios actualizados en el sitio local de turismo.

Una visita típica dura de 1 a 2 horas, lo suficiente para explorar los senderos, observar aves y disfrutar del paisaje. Si eres aficionado a la ornitología, dedica más tiempo para avistamientos tranquilos.

La isla es un santuario natural protegido desde los años 80, hogar de más de 50 especies de aves migratorias, y forma parte del ecosistema del Lago Suchitlán, vital para la biodiversidad local. Culturalmente, es un sitio de inspiración para las comunidades indígenas cercanas, que la consideran un lugar sagrado de conexión con la naturaleza.

El mejor época es de noviembre a abril, durante la temporada seca, cuando las aves son más activas y el clima es soleado. Opta por la mañana temprano, alrededor de las 8:00 a.m., para evitar el calor y ver más especies en su hábitat natural.

El acceso principal por bote es accesible, pero los senderos en la isla son irregulares con algunos escalones, por lo que se recomienda para personas con movilidad media. Hay rampas limitadas; contacta al centro de visitantes al +503 2450-5678 para arreglos especiales o tours adaptados.

Cerca, puedes visitar las ruinas de Joya de Cerén, un sitio arqueológico maya a unos 30 minutos en auto, o las playas del Lago Suchitlán para relajarte. No te pierdas el Parque Nacional Lago de Coatepeque, a una hora de distancia, ideal para hiking y más vistas panorámicas.

Lleva repelente de insectos, protector solar, zapatos cómodos y binoculares para avistamiento de aves; el agua potable es limitada, así que trae la tuya. Reserva el bote con antelación en temporada alta y respeta las normas de no alimentar a los animales para preservar el ecosistema.