Un oasis histórico frente al Mediterráneo, testigo de la realeza egipcia y epicentro de intrigas políticas y sociales.
El acceso a la zona de los jardines y el paseo marítimo suele estar abierto todo el día, aunque se recomienda visitarlo entre las 09:00 y las 18:00 para aprovechar la luz. Puedes llegar fácilmente tomando un taxi local desde el centro de Mersa Matruh o mediante los microbuses que recorren la costa hacia la zona de playas.
Generalmente, el acceso a los espacios exteriores y miradores principales es gratuito, permitiéndote disfrutar de las vistas sin coste. Si deseas acceder a zonas privadas adyacentes o servicios de playa específicos, podría haber una tarifa nominal en moneda local, así que es recomendable llevar algo de efectivo.
Es una visita breve y relajada; con reservar entre 30 y 45 minutos tendrás tiempo suficiente para pasear y disfrutar del paisaje. Es el lugar perfecto para una parada rápida de fotografía antes de continuar hacia las playas más lejanas.
Este lugar fue uno de los retiros costeros predilectos del Rey Farouk, el último monarca de Egipto, quien amaba la privacidad y las aguas turquesas de Mersa Matruh. Los jardines representan el lujo de una época pasada y ofrecen una ventana histórica a cómo la realeza egipcia disfrutaba del Mediterráneo.
La mejor época para visitar Mersa Matruh es de mayo a octubre, siendo el atardecer el momento más mágico del día para ver los jardines. A esa hora, el sol baja sobre el mar creando colores increíbles y la temperatura es mucho más agradable para caminar.
Si bien hay zonas pavimentadas, el terreno puede ser irregular y con desniveles propios de la costa, lo que dificulta el acceso total en silla de ruedas. Se recomienda ir con acompañante y consultar in situ las zonas más planas para evitar escalones o arena.
Estás en una ubicación privilegiada muy cerca del famoso Museo de la Cueva de Rommel y del legendario Baño de Cleopatra. También puedes seguir la carretera de la costa para llegar a la espectacular playa de Agiba, conocida por sus acantilados.
Lleva calzado cómodo para caminar, protección solar y agua, ya que la brisa marina puede engañar sobre la fuerza del sol. No olvides tu cámara, porque las vistas panorámicas del mar Mediterráneo desde esta elevación son, sin duda, de las mejores de toda la ciudad.
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