El corazón histórico de Quito, un epicentro de poder, cultura y leyendas que ha sido testigo de la evolución de la nación ecuatoriana.
La Plaza de la Independencia es un espacio público abierto las 24 horas del día, los 7 días de la semana, aunque el ambiente es más seguro y vibrante durante el día. Puedes llegar fácilmente en trolebús hasta la parada 'Plaza Grande' o en taxi, ya que es el punto más céntrico del Casco Histórico de Quito.
El acceso a la plaza y a sus jardines es completamente gratuito y libre para todos los visitantes. Sin embargo, si deseas ingresar a edificios circundantes como la Catedral Metropolitana o ciertos recorridos del Palacio de Carondelet, podrían aplicar tarifas o requerir reserva previa.
Para caminar por la plaza, observar el monumento a los Héroes y tomar fotografías, necesitarás entre 30 y 45 minutos. Si planeas visitar el interior de los edificios gubernamentales y religiosos que la rodean, te sugiero reservar al menos 2 horas.
Es el corazón político e histórico de Ecuador, conmemorando el primer grito de independencia de 1809 con su monumento central. Simbólicamente, reúne a los cuatro poderes de la sociedad en sus costados: el gobierno nacional, el gobierno local, la iglesia católica y el arzobispado.
El mejor momento es por la mañana para disfrutar del cielo despejado de Quito antes de las lluvias de la tarde. Un momento imperdible es el lunes a las 11:00 a.m. para presenciar el solemne Cambio de Guardia en el Palacio de Carondelet.
La superficie de la plaza es plana y pavimentada, lo que permite el tránsito de sillas de ruedas, aunque suele haber bastante afluencia de gente. Ten en cuenta que algunas calles aledañas del centro histórico tienen aceras estrechas o desniveles propios de la arquitectura colonial.
Estás a pocos pasos de joyas arquitectónicas; a solo dos cuadras encontrarás la impresionante Iglesia de la Compañía de Jesús, famosa por sus interiores cubiertos de pan de oro. También puedes caminar hacia la Plaza de San Francisco y visitar su complejo conventual.
Usa protector solar y sombrero, ya que el sol ecuatorial es muy fuerte incluso en días nublados. Mantén tus pertenencias vigiladas como en cualquier ciudad turística y aprovecha para probar un café tradicional o un 'helado de paila' en los locales ubicados bajo el Palacio Arzobispal.
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