Ilhabela está accesible todo el año, pero los ferries operan diariamente desde São Sebastião con horarios que varían: de lunes a viernes de 6:00 a 23:30, y fines de semana de 5:00 a 1:00. Puedes reservar tu pasaje en el sitio oficial del ferry, y el viaje dura unos 20 minutos; se recomienda llegar temprano en temporada alta para evitar colas.

El acceso a la isla es gratuito una vez que llegas, pero el ferry cuesta alrededor de R$20-30 por persona y auto (precios aproximados, verifica actualizaciones). Algunas atracciones como el Parque Estadual de Ilhabela requieren entrada de R$15-20 por persona; consulta tarifas en el sitio oficial de la prefectura para detalles actualizados.

Se recomienda al menos 2-3 días para explorar las playas principales, cascadas y senderos sin prisas, aunque un día es suficiente para un vistazo rápido. Si planeas hiking o snorkel, extiende a 4-5 días para disfrutar plenamente del paraíso natural.

Ilhabela, originalmente llamada Ilha de Todos os Santos, fue un importante puerto colonial en el siglo XVI, con fortalezas como la de Santa Teresa para defender contra piratas. Hoy es un sitio de rica biodiversidad en la Mata Atlántica, patrimonio cultural brasileño que resalta la herencia portuguesa y la vida caiçara de los pescadores locales.

La mejor época es el verano austral (diciembre a marzo) para playas soleadas y aguas cálidas, aunque es temporada alta con más turistas. Si prefieres menos gente, visita en primavera (septiembre-noviembre) o otoño (abril-junio); evita el invierno lluvioso si buscas actividades al aire libre.

El centro de la Vila y algunas playas como Perequê tienen accesos pavimentados y rampas, pero muchas áreas naturales como senderos y cascadas no son accesibles debido al terreno irregular. Recomendamos contactar agencias locales para tours adaptados; más info en el portal de turismo oficial.

Cerca, en la costa continental, visita la Praia de Juquehy o el centro histórico de São Sebastião a solo 10-15 minutos en ferry. Dentro de la isla, no te pierdas la Cachoeira da Toca da Cobra o el Mirante do Cristo, y para un día extra, explora la Serra do Mar en Bertioga, accesible por carretera.

Lleva repelente de insectos, protector solar y zapatos cómodos para senderos; reserva alojamiento con antelación en temporada alta. Usa transporte público o renta una moto/bici para moverte, y prueba la feijoada local en restaurantes caiçaras; verifica el clima en Climatempo antes de ir.