Un imponente castillo medieval con una torre del homenaje de 33 metros de altura, que alberga el Museo Militar. Ofrece excelentes vistas panorámicas de la ciudad.
El recinto amurallado que rodea el castillo, con calles empedradas y arquitectura tradicional. Un paseo por sus callejuelas es un viaje en el tiempo.
Un raro ejemplo de arquitectura civil románica en Portugal, con una forma pentagonal única. Se cree que fue la antigua casa consistorial o depósito de agua.
Ubicado en el antiguo Palacio Episcopal, exhibe una rica colección de arqueología, etnografía, escultura, pintura y artes decorativas de la región de Trás-os-Montes.
Un monumento de origen medieval, símbolo de la autonomía municipal, coronado por una curiosa y única silueta de un jabalí (berrion).
Una majestuosa iglesia construida en el siglo XVI, que sirvió como convento jesuita y actualmente es la sede de la diócesis. Destaca su fachada barroca y su interior.
Aunque el convento original está en ruinas, la Iglesia de São Vicente es un hermoso templo del siglo XIII con elementos románicos y góticos.
Un espacio verde con zonas de juegos, bancos y árboles, ideal para un paseo relajante o para disfrutar del ambiente local.
Centrado en las tradiciones cinegéticas y de pesca de la región, ofrece una visión de la fauna local y las técnicas ancestrales.
Dedicado a la obra de la reconocida pintora portuguesa Graça Morais, nacida en la región. Alberga exposiciones de su obra y otras temporales.
Aunque no está en la ciudad misma, es accesible desde Braganza y es una vasta área protegida con paisajes impresionantes, fauna diversa (lobos, ciervos) y aldeas tradicionales.
Una iglesia barroca del siglo XVIII con una fachada distintiva y un interior ricamente decorado con talla dorada.
Un monumento dedicado a los combatientes locales que participaron en diversas guerras, ubicado en una plaza céntrica.