Construido en el siglo XVI, este convento e iglesia son un ejemplo destacado del arte renacentista en Portugal. Es un lugar de peregrinación debido a la devoción a São Gonçalo, un santo asociado con el matrimonio y la fertilidad.
Este pintoresco puente de piedra del siglo XVIII cruza el río Tâmega y es uno de los puntos más emblemáticos de Amarante, ofreciendo vistas impresionantes de la ciudad.
Dedicado al famoso artista modernista Amadeo de Souza-Cardoso, originario de la región, el museo alberga una fascinante colección de arte moderno y contemporáneo.
Un hermoso parque natural que ofrece senderos para caminar y áreas verdes ideales para un picnic o para disfrutar de un día al aire libre.
Esta iglesia es un notable ejemplo de la arquitectura barroca y contiene frescos impresionantes en su interior.
Con calles adoquinadas, casas tradicionales y una atmósfera encantadora, el centro histórico es ideal para pasear y descubrir la esencia de la ciudad.
A las afueras de la ciudad, esta cadena montañosa ofrece rutas de senderismo, paisajes impresionantes y es ideal para los amantes de la naturaleza.