Extensas playas de arena blanca y aguas cristalinas, ideales para nadar, tomar el sol y practicar deportes acuáticos. Algunas de las más populares son Praia de Troia-Galé, Praia do Bico das Lulas y Praia da Comporta (aunque fuera de la península, muy cercana e influyente).
Uno de los complejos productivos de salazón de pescado más grandes del Imperio Romano, datando del siglo I al VI d.C. Incluye fábricas, baños termales, un cementerio y una basílica paleocristiana. Ofrece una visión fascinante de la vida romana en la región.
Moderno puerto deportivo que ofrece amarres para embarcaciones, así como servicios de alquiler de barcos y actividades náuticas. Es un punto de partida para explorar la costa y observar delfines.
Campo de golf de 18 hoyos diseñado por Robert Trent Jones Senior, considerado uno de los mejores de Europa. Ofrece vistas espectaculares al océano Atlántico y a la sierra de Arrábida.
La Península de Troia es parte del estuario del Sado, un hábitat importante para una población residente de delfines nariz de botella (roazes). Se ofrecen excursiones en barco para la observación de estos mamíferos marinos en su entorno natural.
Aunque no es un monumento en sí, el viaje en ferry desde Setúbal a Troia es una experiencia turística atractiva. Ofrece vistas panorámicas del estuario del Sado, la Península de Troia y la ciudad de Setúbal, con la posibilidad de avistar delfines.