La playa principal de Santa Catalina, famosa por sus olas consistentes ideales para el surf y su ambiente relajado. Es el punto de partida para muchas excursiones y un lugar popular para observar el atardecer.
Una de las islas más grandes del Pacífico panameño, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Conocida por su biodiversidad marina excepcional, ideal para buceo, snorkel y avistamiento de vida silvestre. Se accede en barco desde Santa Catalina.
Una isla cercana a Santa Catalina, menos desarrollada que Coiba, que ofrece playas vírgenes, oportunidades para la pesca y la exploración de manglares. A menudo visitada en excursiones de un día o de varias noches para una experiencia más rústica.
Otra isla parte del archipiélago de Coiba, conocida por sus playas tranquilas y su vegetación exuberante. Es un buen lugar para relajarse y disfrutar del entorno natural lejos de las multitudes.
Una playa menos concurrida al sur de Santa Catalina, también popular para el surf, especialmente para principiantes y surfers de nivel intermedio. Rodeada de vegetación y con un ambiente más tranquilo.
Exploración de los senderos que rodean el pueblo para disfrutar de vistas panorámicas de la costa y la selva circundante. Algunos senderos pueden llevar a pequeñas calas escondidas.
Aunque no está en Santa Catalina directamente, el parque es accesible desde la región y ofrece arrecifes de coral, islas y una rica vida marina, siendo una excelente opción para buceo y snorkel.
Los ecosistemas de manglares a lo largo de la costa cercana son vitales para la vida marina y ofrecen oportunidades para el kayak o paddleboard, observando aves y vida silvestre acuática.
El pequeño pueblo en sí mismo, con su ambiente relajado, restaurantes locales que ofrecen mariscos frescos, tiendas de surf y alojamientos. Ideal para experimentar la cultura local y el estilo de vida playero.
Un punto rocoso en el extremo de la playa principal de Santa Catalina, a menudo utilizado como punto de referencia para el surf y un lugar escénico para ver las olas romper y disfrutar del paisaje.