Una colección de molinos de viento históricos, algunos de los cuales tienen más de 200 años y aún están en funcionamiento.
Típicas casas de madera holandesas que reflejan la arquitectura tradicional de la región.
Un museo que muestra la historia del queso en la región, con degustaciones y demostraciones.
Un taller donde se puede ver la fabricación de los famosos zuecos de madera holandeses.
Un museo que ofrece una visión educativa de la historia industrial de Holanda y la región de Zaanstreek.
Paseos en barco por el río Zaan que ofrecen una perspectiva única de los molinos y la naturaleza circundante.
Tiendas que ofrecen una variedad de recuerdos locales, desde queso hasta artesanías tradicionales.