Un conjunto de 19 molinos de viento históricos del siglo XVIII, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El punto de partida para explorar los molinos, con exposiciones sobre la gestión del agua y la historia de la zona.
Paseos en barco que ofrecen una vista cercana de los molinos y la vida silvestre local.
Una antigua estación de bombeo convertida en museo, donde se puede aprender sobre el sistema de drenaje.
Un taller donde se puede ver la fabricación de los tradicionales zuecos holandeses y comprar souvenirs.
Tiendas que ofrecen una variedad de recuerdos locales, desde miniaturas de molinos hasta productos de queso.
Caminos que atraviesan el paisaje de pólderes, ideales para explorar la zona a pie o en bicicleta.