Una playa pintoresca rodeada de montañas verdes, conocida por sus aguas cristalinas y tranquilas.
Un conjunto de pequeñas cascadas y riachuelos ubicados en una reserva natural, perfectos para una caminata relajante.
Una iglesia histórica que data del siglo XVIII, con una arquitectura barroca distintiva y un interior ricamente decorado.
Un molino de agua restaurado que ofrece un vistazo a las tradiciones locales y el proceso de molienda de granos.
Un parque natural cercano con rutas de senderismo y vistas impresionantes de la bahía de Kotor.
Un restaurante ubicado en un antiguo molino, conocido por su cocina mediterránea y ambiente encantador.
Un pequeño acuario que muestra la vida marina local del Adriático, ideal para una visita familiar.
Un museo dedicado a la vida y las tradiciones rurales de Montenegro, con exposiciones de herramientas antiguas y artesanías.