Dedicada a Santa Maria la Nueva y San Miguel Arcángel, es la iglesia madre de la ciudad. Su fachada barroca y su interior ricamente decorado con frescos de Guglielmo Borremans son impresionantes.
Un importante lugar de peregrinación y un ejemplo notable de arquitectura barroca. Alberga un crucifijo milagroso y ofrece vistas panorámicas de la ciudad.
Un imponente palacio barroco que fue residencia de la noble familia Moncada, señores de Caltanissetta. Actualmente alberga oficinas públicas y es un símbolo del poder local.
Exhibe hallazgos arqueológicos de la provincia de Caltanissetta, desde la prehistoria hasta la época romana, incluyendo importantes colecciones de cerámica y objetos funerarios.
Ubicada en el corazón del centro histórico, es otra iglesia notable con una interesante fachada y obras de arte en su interior.
Un hermoso parque público ideal para pasear y relajarse, con zonas verdes, estatuas y un ambiente tranquilo. Popular entre los lugareños.
Aunque está fuera del centro de la ciudad, este antiguo puente romano sobre el río Imera es un sitio de interés histórico y un punto panorámico.
Caltanissetta fue un centro importante para la extracción de azufre. Aunque la mayoría de las minas están cerradas, se puede aprender sobre esta parte crucial de la historia local en el Museo de la Minería (fuera del centro, pero relevante para la ciudad).
Una abadía benedictina que data del siglo XII, con una estructura románico-normanda. Es uno de los edificios más antiguos de la provincia y un testimonio de la historia medieval de la zona.
El principal teatro de la ciudad, construido a principios del siglo XX, que alberga espectáculos de ópera, prosa y conciertos.
Un antiguo monasterio que contribuye al patrimonio religioso e histórico de Caltanissetta, a menudo con interesante arquitectura y ambiente sereno.