Rauðasandur es una playa única de arena roja que se extiende por aproximadamente 10 kilómetros. Es un lugar perfecto para observar la fauna local, incluyendo focas y numerosas aves marinas.
Látrabjarg es uno de los acantilados de aves marinas más grandes del mundo. Aquí puedes ver frailecillos, alcatraces y otras aves marinas. Los acantilados también ofrecen vistas espectaculares del Atlántico.
Dynjandi (también conocido como Fjallfoss) es una impresionante serie de cascadas en forma de velo que caen desde una altura de 100 metros. Es uno de los lugares más fotografiados de los Fiordos del Oeste.
Este museo ofrece una rica colección de artefactos relacionados con la historia marina de la región, incluyendo barcos antiguos, equipo de pesca y exhibiciones sobre rescates dramáticos en el mar.
El pueblo de Patreksfjörður en sí mismo es pintoresco, con coloridas casas y un puerto activo. Aquí puedes disfrutar de la gastronomía local, incluyendo mariscos frescos.
Un fiordo menos conocido y más remoto, ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto directo con la naturaleza. Es un buen sitio para hacer senderismo y campamento.