Es uno de los monumentos más emblemáticos de Tesalónica y un símbolo de la ciudad. Construida en el siglo XV, la torre ha tenido varios usos a lo largo del tiempo, incluyendo como fortaleza, prisión y hoy en día como museo.
Construida en el siglo IV, esta impresionante estructura cilíndrica ha servido como mausoleo, iglesia y mezquita. Hoy es un monumento Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Construido en el 298-299 d.C., este arco triunfal celebra la victoria del emperador Galerio sobre los persas y es uno de los principales vestigios de la antigua Tesalónica.
Dedicada al santo patrón de la ciudad, San Demetrio, esta iglesia bizantina es famosa por su cripta y mosaicos. Es uno de los lugares de culto más importantes de Tesalónica.
Este museo alberga una maravillosa colección de artefactos que abarcan desde la prehistoria hasta el fin de la Antigüedad, incluyendo frescos, mosaicos y estatuas.
El museo ofrece una profunda inmersión en la época bizantina, con una amplia variedad de objetos, desde iconos hasta antiguos manuscritos.
Esta es la plaza central de Tesalónica, famosa por su diseño arquitectónico y su vibrante vida social. Es un punto de encuentro popular tanto para los residentes como para los turistas.
Otra iglesia bizantina destacada que data del siglo VIII. Su arquitectura y sus mosaicos son maravillosos ejemplos del arte bizantino.
Este castillo bizantino y otomano, también conocido como Yedi Kule, ofrece vistas espectaculares de la ciudad y el mar Egeo.
Situada en una colina sobre el puerto de Tesalónica, esta fortaleza ofrece vistas panorámicas y una visión fascinante de la historia militar de la ciudad.