La Catedral Metropolitana de San Salvador es un monumento religioso católico que se erige como la principal iglesia del país y sede del Arzobispado de San Salvador. Su arquitectura combina elementos neoclásicos y modernos y es uno de los emblemas más importantes de la ciudad.
Ubicada en la cripta de la catedral, esta tumba alberga los restos de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, un influyente arzobispo que fue asesinado en 1980 debido a sus sermones en favor de los derechos humanos y la paz. La tumba es un punto de peregrinación para los visitantes.
Los mosaicos que adornan la fachada de la catedral fueron creados por el artista Fernando Llort. Representan una rica mezcla de iconografía religiosa y elementos culturales salvadoreños, haciendo de la fachada un vibrante espectáculo visual.
Las capillas laterales de la catedral ofrecen un espacio para la oración y la reflexión. Cada una está dedicada a distintos santos y advocaciones marianas.
El altar mayor de la Catedral Metropolitana está bellamente decorado con mármol y diversos elementos ornamentales. Es el centro focal de las celebraciones litúrgicas.