Imagina pisar Croacia, cuna de la corbata, inventada por sus mercenarios en el siglo XVII y adoptada por reyes franceses. Tú estás listo para desentrañar las historias vibrantes detrás de sus monumentos ancestrales. Sumérgete en un viaje que despierta los sentidos.

La mejor época es de mayo a octubre, con temperaturas de 20-30°C y menos turistas en mayo y septiembre que en julio-agosto. Dedica 10-12 días: 3 en Zadar, 4 en Split y 3 en Pula para cubrir traslados en bus o ferry.
Para historia romana, prioriza Pula (Anfiteatro) y Split (Palacio de Diocleciano); para playas, Zadar y Split con acceso a islas como Hvar. Karlovac es ideal para interior fluvial y fortalezas si buscas naturaleza.
El croata es oficial, pero inglés se habla ampliamente en zonas turísticas; usa euros en tiendas y kunas limitadas. Autobuses (FlixBus) conectan ciudades por 10-30€, ferries a islas cuestan 20-50€; propinas del 10% en restaurantes, llega puntual a citas.
En Karlovac, las Fortalezas de Dubovac y los ríos Kupa y Korana; en Zadar, el Órgano Marino y Saludo al Sol. En Split, Palacio de Diocleciano; en Pula, el Anfiteatro Romano intacto del siglo I.