El Crater Principal del Volcán Irazú es una cuenca impresionante de 1,050 metros de diámetro y 300 metros de profundidad. A menudo se puede ver un lago verde-azul en su fondo, creado por la acumulación de agua de lluvia y el azufre en el suelo, que aporta un contraste espectacular con el paisaje lunar circundante.
Un cráter secundario del Volcán Irazú, el Cráter Diego de la Haya es más pequeño pero igualmente fascinante. Este cráter ofrece vistas únicas y cambia de aspecto con la acumulación temporal de lagunas de agua de lluvia.
El Mirador Principal ofrece vistas panorámicas impresionantes del Crater Principal y del paisaje volcánico circundante. En días despejados, incluso es posible ver ambos océanos, el Pacífico y el Atlántico, desde este punto privilegiado.
La Estación Biológica es un centro de investigación y educación que ofrece información sobre la flora y fauna local, así como sobre la actividad volcánica del Irazú. Aquí se pueden encontrar exposiciones y materiales educativos.
Este sendero educativo permite a los visitantes explorar el paisaje volcánico a pie mientras aprenden sobre la geología, la flora y fauna del parque. Está bien señalizado y ofrece una caminata relativamente fácil para la mayoría de los visitantes.
Un sitio histórico que da testimonio de la presencia humana y sus intentos de asentamiento en la zona. Aunque en ruinas, esta ermita ofrece una perspectiva fascinante sobre la historia religiosa y cultural de la región.
Aunque ubicado fuera del parque, este mirador en el antiguo Sanatorio Durán ofrece espectaculares vistas del Volcán Irazú y los paisajes circundantes. El sanatorio en sí tiene una atmósfera de misterio y es una parada interesante para los visitantes.