Un vasto complejo de palacios que sirvió como hogar a los emperadores y centro político de China durante casi 500 años.
Un complejo de templos taoístas donde los emperadores de la dinastía Ming y Qing realizaban ceremonias anuales de oración para una buena cosecha.
Una de las secciones más visitadas de la Gran Muralla, conocida por sus espectaculares vistas y su accesibilidad.
Un extenso jardín imperial con palacios, templos y lagos, que fue un lugar de descanso y recreo para los emperadores.
Una de las plazas públicas más grandes del mundo, conocida por su importancia histórica y política.
Uno de los monasterios budistas tibetanos más importantes fuera del Tíbet, con una exquisita arquitectura y estatuas.
Un conjunto de mausoleos construidos por emperadores de la dinastía Ming, considerados uno de los sitios funerarios imperiales mejor conservados de China.
Uno de los museos más grandes del mundo, con colecciones que abarcan la historia y la cultura china desde los tiempos antiguos hasta la era moderna.
Antiguas torres situadas en el centro de la ciudad que servían para marcar el tiempo antes de la aparición de los relojes mecánicos.
Calles estrechas tradicionales y patios típicos de la antigua Pekín, representando la vida y la arquitectura tradicional de la ciudad.