Las bien conservadas murallas de la antigua ciudad romana de Diocletianopolis, que abarcan unos 2,3 kilómetros y son una de las fortificaciones romanas mejor preservadas de los Balcanes.
Baños romanos antiguos que demuestran el esplendor y la importancia de Hisarya como ciudad balneario durante el Imperio Romano.
Una histórica fuente termal que ha sido utilizada durante siglos por sus beneficiosas aguas minerales.
Una de las puertas principales de la antigua ciudad de Diocletianopolis, que muestra la maestría de la ingeniería romana.
Una pequeña pero encantadora iglesia ortodoxa que ofrece una visión de la arquitectura religiosa en la región.
Este museo alberga una colección de artefactos etnográficos y objetos históricos que ilustran la vida y la cultura de la región a lo largo del tiempo.
Hermosos jardines y espacios verdes que rodean la ciudad, ideales para paseos y disfrutar de la naturaleza.
Una serie de fuentes termales que han sido famosas desde la antigüedad por sus propiedades curativas.
Una impresionante tumba tracia que ofrece una visión del pasado antiguo y es un excelente ejemplo de la arquitectura funeraria tracia.
Ruinas de una antigua basílica que datan de la época paleocristiana, que demuestran la larga historia religiosa de la zona.