Descubre la fascinante historia y los secretos del Castillo de Ayasuluk, una fortaleza bizantina con vistas espectaculares sobre Selçuk y Éfeso.
El Castillo de Ayasuluk está abierto todos los días desde las 08:30 hasta las 19:00 durante la temporada de verano (abril a octubre) y hasta las 17:30 en invierno. Se encuentra en la colina de Ayasuluk, en Selçuk. Se puede llegar fácilmente a pie desde el centro de Selçuk o en taxi.
Sí, el Castillo de Ayasuluk tiene una tarifa de entrada. El precio actual es de aproximadamente 200 TL (Liras Turcas) por persona, pero los precios pueden variar, por lo que es recomendable consultar el sitio web oficial o la taquilla. Los niños menores de 8 años suelen tener entrada gratuita.
Para explorar el Castillo de Ayasuluk con calma y disfrutar de las vistas, se recomienda dedicar entre 1.5 y 2 horas. Te permitirá subir a la cima, recorrer las murallas y admirar las ruinas a tu propio ritmo.
El Castillo de Ayasuluk tiene una rica historia que se remonta a la época bizantina, aunque sus orígenes son mucho más antiguos. Ha sido un punto estratégico defensivo crucial y fue reconstruido y ampliado por los otomanos. Su ubicación ofrecía un control vital sobre la región y era parte de la antigua Éfeso.
La primavera (abril-mayo) y el otoño (septiembre-octubre) son las mejores épocas del año, ya que el clima es más suave. Para evitar las multitudes, te sugiero visitarlo a primera hora de la mañana, justo después de la apertura, o a última hora de la tarde, antes del cierre, para disfrutar de la puesta de sol.
Lamentablemente, debido a su naturaleza histórica y topografía, el Castillo de Ayasuluk no es completamente accesible para personas con movilidad reducida o sillas de ruedas. Hay numerosas escaleras y terrenos irregulares. Algunas áreas de la base pueden ser accesibles, pero acceder a las partes más altas y a las murallas es complicado.
¡Hay mucho que ver en los alrededores! No te pierdas la Basílica de San Juan, que está justo al lado del castillo, y la Casa de la Virgen María. Por supuesto, la antigua ciudad de Éfeso es una visita obligada y está a solo unos kilómetros.
¡Claro! Te recomiendo llevar calzado cómodo, protector solar y una botella de agua, especialmente en verano. No olvides tu cámara para capturar las impresionantes vistas panorámicas. Hay un centro de información en la entrada y suelen tener folletos en inglés, consúltalos al llegar.
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