La Ciudad Antigua de Hierápolis está abierta todos los días. En los meses de verano (abril a octubre), el horario es de 08:00 a 21:00, y en invierno (noviembre a marzo), de 08:00 a 17:00. Para llegar, la forma más común es en autobús desde Denizli (la ciudad más cercana con aeropuerto y estación de autobuses), o en taxi/minibús desde Pamukkale. Puedes encontrar más detalles sobre cómo llegar en la página oficial del Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía o en guías de viaje como Lonely Planet.

El precio de la entrada a Hierápolis y a las terrazas de travertino de Pamukkale es un único ticket combinado. Actualmente, el costo es de 700 TL por persona (aproximadamente 25 EUR, aunque puede variar); los niños menores de 8 años entran gratis. Puedes comprar las entradas directamente en las taquillas de la entrada. Lamentablemente, la opción de compra online no siempre está disponible o es fiable para este sitio en particular; lo más seguro es comprarlas en el mismo lugar. Para información actualizada sobre precios, siempre se recomienda consultar fuentes oficiales turcas como muze.gov.tr.

Para disfrutar plenamente de Hierápolis y las terrazas de Pamukkale, te recomiendo dedicarle al menos medio día, entre 4 y 6 horas. Esto te permitirá pasear por las ruinas de Hierápolis, visitar el teatro, la necrópolis y, por supuesto, bañarte en las piscinas naturales de Pamukkale. Si quieres visitar el Museo de Hierápolis (que está dentro del complejo y requiere un ticket adicional de unos 50 TL), o la Piscina de Cleopatra (con coste adicional de 130 TL), calcula un par de horas más.

Hierápolis fue una antigua ciudad romana y balneario termal, fundada en el siglo II a.C. Su importancia radica en ser un importante centro religioso y terapéutico en la antigüedad, debido a sus aguas termales curativas. De hecho, su nombre significa 'ciudad sagrada'. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con Pamukkale, destacándose por su magnífico teatro, la vasta necrópolis (uno de los cementerios antiguos mejor conservados del mundo) y sus ruinas romanas. Es un testimonio impresionante de la ingeniería romana y la vida antigua.

El mejor momento para visitar Hierápolis y Pamukkale es durante la primavera (abril-mayo) u otoño (septiembre-octubre), cuando el clima es más templado y hay menos multitudes que en verano. Si vas en verano, intenta llegar a primera hora de la mañana (justo cuando abren) o a última hora de la tarde para evitar las horas de mayor calor y la llegada de los grupos turísticos. Así podrás disfrutar de la tranquilidad del lugar y de la mejor luz para tus fotos.

Algunas partes de Hierápolis y Pamukkale son accesibles, pero otras pueden ser complicadas. Las áreas alrededor de las terrazas de travertino tienen caminos bastante planos, pero el terreno irregular de las ruinas de la ciudad antigua, especialmente la necrópolis o el teatro, pueden presentar dificultades para sillas de ruedas. La Piscina de Cleopatra sí suele ser más accesible. Recomiendo contactar con la administración local o consultar guías de accesibilidad específicas antes de tu visita para obtener información detallada sobre las rutas adaptadas.

Además de Hierápolis y Pamukkale, la región ofrece otros puntos de interés. Puedes visitar la antigua ciudad de Laodicea, a unos 10-15 km, también con impresionantes ruinas romanas y una iglesia muy relevante para el cristianismo primitivo. Otra opción es un paseo por la moderna ciudad de Denizli, que cuenta con mercados locales y un teleférico (Teleferik Denizli) que ofrece vistas panorámicas de la región. Si tienes más tiempo, podrías incluso considerar un desvío a la cercana Afrodias (Aphrodisias), otro sitio arqueológico UNESCO impresionante.

¡Claro! Lleva protector solar, un sombrero y gafas de sol, ya que el sol puede ser intenso. Imprescindible llevar agua, porque dentro hay pocas opciones y son caras. Si planeas bañarte en los travertinos, lleva un bañador y una toalla, y prepárate para caminar descalzo. Te recomiendo también calzado cómodo para explorar las ruinas de Hierápolis. Y por último, no olvides tu cámara, ¡las vistas son espectaculares! Ah, y considera llevar una batería externa para tu móvil, ¡lo vas a usar mucho!