Un paraíso costero donde la historia antigua y la relajación moderna se encuentran bajo el sol del Egeo.
La Playa de Bodrum es una playa pública, por lo que está abierta las 24 horas del día, todos los días de la semana, y no se necesita ninguna entrada para acceder. Puedes disfrutar de ella a cualquier hora que desees. Eso sí, los servicios de alquiler de tumbonas y sombrillas suelen operar desde primera hora de la mañana hasta el atardecer.
¡Buenas noticias! El acceso a la Playa de Bodrum es completamente gratuito. Sin embargo, si deseas hacer uso de servicios como tumbonas, sombrillas o deportes acuáticos, estos sí tienen un coste adicional. Los precios pueden variar según el proveedor, así que echa un vistazo a las opciones que te ofrecen en el lugar.
La duración de la visita depende mucho de tus intereses. Si solo quieres dar un paseo y disfrutar del ambiente, con 1 o 2 horas es suficiente. Pero si planeas bañarte, tomar el sol, disfrutar de las cafeterías o probar algún deporte acuático, podrías pasar fácilmente una tarde entera, unas 3 a 5 horas, para realmente desconectar y sumergirte en el ambiente de Bodrum.
Aunque la Playa de Bodrum en sí es más un punto de ocio, su ubicación es innegablemente histórica. Está en el corazón de Bodrum, una ciudad construida sobre las ruinas de la antigua Halicarnaso, famosa por albergar una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo: el Mausoleo de Halicarnaso. No muy lejos de la playa, puedes visitar el Castillo de San Pedro de Bodrum, que alberga el Museo de Arqueología Submarina y es un testimonio vivo de la rica historia de la región. Te animo a explorar sus alrededores.
Para disfrutar a tope de la Playa de Bodrum y evitar las aglomeraciones, te recomiendo ir en primavera (abril-mayo) o en otoño (septiembre-octubre). El clima es ideal y la afluencia de turistas es menor que en pleno verano. En cuanto al momento del día, si buscas tranquilidad, ve a primera hora de la mañana (antes de las 10:00) o al atardecer, cuando la luz es preciosa y el ambiente se vuelve más relajado. Es el momento perfecto para pasear o simplemente sentarse a observar el mar.
Por lo general, al ser una playa urbana, la Playa de Bodrum ofrece cierta accesibilidad en sus puntos de acceso principales, con rampas que facilitan llegar a la arena. Sin embargo, la movilidad una vez en la playa puede ser un reto debido a la arena. No todas las secciones de la playa cuentan con pasarelas adaptadas hasta el agua. Si tienes necesidades específicas, te recomiendo contactar con los operadores locales o tu hotel para obtener información más detallada sobre los tramos mejor adaptados.
¡Claro que sí! Estás en el epicentro de Bodrum. A poca distancia de la playa, no te puedes perder el imponente Castillo de San Pedro de Bodrum, que alberga el fascinante Museo de Arqueología Submarina. También te recomiendo visitar las ruinas del Mausoleo de Halicarnaso, una de las antiguas maravillas del mundo, y el Anfiteatro de Halicarnaso para un viaje en el tiempo. Y, por supuesto, explora el animado centro de Bodrum con sus tiendas, restaurantes y el puerto.
¡Por supuesto! Para una experiencia top, te sugiero llevar tu propia toalla y protector solar, ya que el sol puede ser intenso. Si buscas tranquilidad, opta por la mañana temprano o el atardecer. Explora un poco más allá de la zona principal para encontrar quizás alguna cafetería más auténtica o un rincón menos concurrido. Y no te olvides de disfrutar de un buen té turco en alguno de los locales cercanos mientras observas el ir y venir de la gente. ¡Disfruta de Bodrum!
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