El Café des Délices suele abrir desde la mañana hasta la noche, aproximadamente de 9:00 a 23:00. Para llegar, lo más sencillo es ir en taxi desde Túnez capital o tomar el tren TGM hasta la estación Sidi Bou Saïd. Una vez en el pueblo, es un paseo agradable por sus calles pintorescas hasta el café.

No hay que pagar una entrada para acceder al Café des Délices. Es un establecimiento comercial, por lo que solo pagarás por las bebidas o comidas que consumas mientras disfrutas de sus impresionantes vistas del Mediterráneo y el pueblo.

Para disfrutar plenamente del ambiente y las vistas del Café des Délices, te recomendaría dedicar al menos 1 hora. Esto te permite saborear tranquilamente una bebida, como el té a la menta, tomar fotografías y empaparte del encanto del lugar sin prisas.

El Café des Délices, aunque no tenga una historia milenaria en sí mismo, es famoso por su ubicación privilegiada y su contribución a la imagen icónica de Sidi Bou Saïd. Se ha convertido en un símbolo del romanticismo y la belleza del pueblo, siendo inmortalizado en canciones y postales, lo que lo convierte en un punto de referencia cultural y turístico.

El mejor momento para visitar el Café des Délices y evitar las mayores aglomeraciones es a primera hora de la mañana, justo después de abrir, o al final de la tarde, antes del anochecer, para disfrutar de la puesta de sol. En cuanto a la época del año, la primavera (abril-mayo) y el otoño (septiembre-octubre) ofrecen un clima más agradable y menos turistas que el verano.

Debido a su ubicación en una ladera y el diseño tradicional con escaleras y desniveles, el Café des Délices presenta desafíos significativos para personas con movilidad reducida o sillas de ruedas. Es importante tenerlo en cuenta al planificar la visita, ya que la accesibilidad es limitada.

Sidi Bou Saïd es un encanto en sí mismo. Cerca del Café des Délices, puedes pasear por las pintorescas calles azules y blancas, visitar la Marina de Sidi Bou Saïd, o explorar galerías de arte local. El Palacio Dar El Annabi, una antigua residencia tradicional convertida en museo, también está a poca distancia.

Para aprovechar al máximo tu visita, te aconsejo llegar temprano para conseguir una buena mesa con vistas y evitar multitudes. Lleva tu cámara, ya que las vistas son espectaculares. También, no te marches de Sidi Bou Saïd sin probar un té a la menta acompañado de 'bambalouni' (un dulce local) para una experiencia completa. Recuerda que, como en cualquier lugar turístico, ten precaución con tus pertenencias.