La isla cuenta con numerosas playas idílicas con espectaculares puestas de sol, perfectas para relajarse y disfrutar de actividades acuáticas.
Las playas de Ko Lanta están abiertas 24 horas al día, 7 días a la semana, ¡son un paraíso natural! Puedes llegar a Ko Lanta en ferry desde Krabi o Phuket, o en minivan desde el aeropuerto de Krabi. Una vez en la isla, la mejor forma de moverte entre playas es alquilando una moto o en taxi tuk-tuk.
¡Buenas noticias! El acceso a las playas de Ko Lanta es completamente gratuito. Sin embargo, si quieres usar hamacas, sombrillas o practicar deportes acuáticos, es posible que tengas que pagar una pequeña tarifa a los negocios locales.
Para disfrutar plenamente de la diversidad de las playas y las actividades, te recomiendo dedicar al menos un día entero, o incluso varios. Cada playa tiene su encanto y es perfecta para relajarse, nadar o simplemente admirar el paisaje. ¡No querrás irte!
Aunque no tienen una historia antigua como ruinas ancestrales, las playas de Ko Lanta son significativas por su belleza natural virgen y su atmósfera relajada, que atrae a viajeros de todo el mundo. La isla ha mantenido un encanto auténtico, alejado del bullicio de otros destinos más masificados, lo que la hace especial.
La mejor época para visitar Ko Lanta es durante la estación seca, de noviembre a abril, cuando el clima es soleado y el mar está en calma. Para evitar las multitudes y disfrutar de la tranquilidad, te sugiero ir temprano por la mañana o al atardecer, ¡los colores son espectaculares!
La accesibilidad en las playas de Ko Lanta puede ser un desafío, ya que la mayoría de los accesos son de arena y no siempre hay rampas. Algunas de las playas más grandes con resorts pueden tener mejores facilidades. Te recomiendo revisar con tu alojamiento cuáles ofrecen mayor accesibilidad o consultar en el centro de información turística local.
¡Ko Lanta tiene mucho que ofrecer! No te puedes perder el Old Town de Ko Lanta, el Parque Nacional de Mu Ko Lanta (que incluye el famoso faro en Hat Laem Kho Kwang) o una excursión a las cercanas Islas Koh Rok e Islas Koh Mook (Cueva Esmeralda). También hay centros de rescate de animales y escuelas de cocina tailandesa.
Para una experiencia inolvidable, te aconsejo llevar protector solar, repelente de mosquitos y un sombrero. No olvides un buen libro y una toalla para relajarte. ¡Prueba los deliciosos cocos frescos en los puestos de la playa y no te vayas sin ver al menos un atardecer tailandés!