Una fortaleza medieval enclavada en Bellinzona, parte del conjunto de fortificaciones declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El patio del castillo suele estar abierto todo el año, pero el Museo Arqueológico interior abre generalmente de finales de marzo a noviembre, de 10:00 a 18:00 horas. Se puede acceder a pie desde el centro de Bellinzona (unos 15-20 minutos subiendo) o en coche, ya que dispone de aparcamiento cerca de la entrada.
El acceso a los patios exteriores es gratuito, pero para visitar el museo interior se requiere entrada (aproximadamente 10 CHF para adultos). La mejor opción suele ser el "Bellinzona Pass" que incluye los tres castillos; puedes consultar tarifas actualizadas en el sitio oficial de turismo de Bellinzona.
Para recorrer las murallas, disfrutar de las vistas panorámicas y visitar el museo con calma, te recomiendo reservar entre 45 minutos y una hora. Es una visita ideal para combinar en una mañana o tarde junto con los otros castillos de la zona.
Este castillo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000 y data del siglo XIII, construido originalmente por la familia Rusca. Es el castillo intermedio de las fortificaciones de Bellinzona y destaca por conservar su aspecto medieval defensivo casi intacto.
La primavera y el otoño son ideales por el clima suave y los colores del paisaje del Tesino. Te sugiero ir al atardecer, cuando la luz dorada sobre las murallas y las vistas hacia el valle crean una atmósfera fotográfica inigualable.
El acceso exterior es posible mediante vehículo hasta la entrada y hay rampas en ciertas zonas del patio, pero el interior y las murallas presentan dificultades por ser una estructura histórica con desniveles y escaleras. Se recomienda contactar con la oficina de turismo local para coordinar asistencia si es necesario.
Al estar en Bellinzona, es imprescindible visitar los otros dos castillos UNESCO: Castelgrande (accesible por ascensor desde la plaza) y Sasso Corbaro (el más alto). También puedes pasear por el encantador centro histórico de la ciudad y su mercado los sábados.
Lleva calzado cómodo para caminar sobre los adoquines y aprovecha que Montebello es menos concurrido que Castelgrande para hacer un picnic en sus áreas verdes. Para una experiencia inmersiva, descarga nuestra audioguía en IAudioguia.com y descubre los secretos que las piedras no te cuentan.
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