Un viaje fascinante a las profundidades de la tierra, donde la leyenda del dragón y la historia monástica se entrelazan en un paisaje natural impresionante.
Las cuevas suelen abrir diariamente desde finales de marzo hasta octubre, habitualmente de 9:00 a 18:00 horas, aunque los viernes y sábados en verano cierran más tarde. La forma más pintoresca de llegar es combinando un barco por el Lago Thun hasta la parada 'Beatushöhlen-Sundlauenen' o tomando el autobús de la línea 21 desde Interlaken. Verifica siempre los horarios actualizados en el sitio web oficial antes de tu viaje.
El precio de la entrada para adultos ronda los 19 CHF, mientras que los niños y grupos tienen tarifas reducidas; la entrada incluye el acceso al museo de las cuevas. Si posees la tarjeta de huésped de la región de Interlaken o el Swiss Travel Pass, podrías beneficiarte de descuentos interesantes. Puedes consultar las tarifas vigentes o comprar tickets online directamente en su sección de reservas.
Te recomendamos reservar al menos entre 2 y 3 horas para la experiencia completa. El recorrido interior por el sistema de cuevas dura aproximadamente entre 60 y 75 minutos, pero debes sumar el tiempo de caminata desde el aparcamiento o parada de autobús (unos 10-15 minutos de subida) y la visita al museo. Con nuestra audioguía, podrás optimizar tu tiempo mientras aprendes los detalles más fascinantes.
La leyenda cuenta que en el siglo VI, San Beato, un monje irlandés, expulsó a un feroz dragón que vivía en estas cavernas para establecer allí su ermita. Este lugar no es solo una maravilla geológica con estalactitas y cascadas subterráneas, sino un importante sitio de peregrinación histórica que combina naturaleza y misticismo suizo.
La temporada alta es verano (julio y agosto), por lo que si buscas tranquilidad, te sugerimos ir a primera hora de la mañana (9:00 h) o a última hora de la tarde. Los días de lluvia también son ideales para esta actividad subterránea, ya que estás protegido del clima, aunque el caudal de las cascadas internas es más impresionante después de las lluvias primaverales.
Lamentablemente, el interior de las cuevas no es accesible para sillas de ruedas ni cochecitos de bebé debido a la orografía natural y los numerosos escalones. El camino desde la parada de autobús hasta la entrada también es empinado y transcurre por el bosque, por lo que se requiere un nivel básico de movilidad para disfrutar de la visita.
Estás en una ubicación privilegiada; puedes combinar tu visita con un paseo en barco por el lago Thun o subir al Niederhorn para vistas panorámicas. Muy cerca también se encuentra el impresionante Puente Panorámico de Sigriswil, famoso por aparecer en series de televisión y ofrecer vistas espectaculares de los Alpes.
Independientemente de la temperatura exterior, dentro de la cueva la temperatura es constante y fresca, rondando los 8-10 °C todo el año. Es imprescindible llevar una chaqueta o jersey abrigado y calzado cómodo con buena suela antideslizante, ya que el suelo puede estar húmedo dentro de las galerías.
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