Descubre la historia y los secretos de Medina de Fez con nuestra audioguía.
La Medina de Fez, al ser una zona habitada y un mercado vibrante, está abierta las 24 horas del día, los 7 días de la semana. No hay una 'hora de apertura' o 'cierre' como tal. Puedes acceder a ella a través de sus numerosas puertas, siendo la más famosa Bab Bou Jeloud (la Puerta Azul). Puedes simplemente pasear y explorarla a tu ritmo.
No, el acceso a la Medina de Fez es completamente gratuito. Sin embargo, dentro de la Medina, encontrarás numerosos museos, madrasas y algunas mezquitas (solo accesibles para musulmanes) que sí pueden tener una pequeña tarifa de entrada. Por ejemplo, el Museo Nejjarine tiene un costo de entrada. Los precios suelen estar señalizados en la entrada de cada lugar.
Para tener una buena primera impresión y visitar los puntos clave, te recomendaría dedicar al menos un día entero, unas 6-8 horas. Si realmente quieres sumergirte, perderte por sus callejones y visitar varios museos y talleres, podrías necesitar dos o incluso tres días. Aquí el tiempo vuela sin darte cuenta.
La Medina de Fez, Fes el-Bali, es la medina urbana más antigua y grande de Marruecos, fundada en el siglo IX. Es considerada la medina peatonal más grande del mundo y está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su significado radica en ser un crisol de historia, cultura y artesanía, donde las técnicas ancestrales y la vida cotidiana se fusionan como hace siglos. Es el corazón histórico, espiritual y cultural de Marruecos. Puedes ver más en la página de la UNESCO sobre la Medina de Fez.
El mejor momento para visitar Fez es durante la primavera (abril-mayo) o el otoño (septiembre-octubre), cuando las temperaturas son más agradables. Para la Medina, por las mañanas temprano (justo después del amanecer) es el momento ideal para verla despertarse y evitar las mayores aglomeraciones, aunque por las tardes también tiene un encanto especial al atardecer.
Lamentablemente, la Medina de Fez es un desafío considerable para personas con movilidad reducida o sillas de ruedas. Sus calles son estrechas, empedradas, irregulares, con muchas escaleras, cuestas y callejones sinuosos. Prácticamente no hay rampas. Si tienes movilidad reducida, puede que te resulte muy difícil de explorar más allá de las entradas principales.
¡Claro que sí! Dentro de la propia Medina, no te puedes perder la curtiduría Chouara, la Madrasa Bou Inania, el Museo Nejjarine y la Mezquita Al-Attarine. Fuera de la Medina, pero muy cerca, puedes visitar Borj Nord y sus vistas panorámicas, las Tumbas Meriníes para una vista de la ciudad al atardecer, o el Palacio Real Dar el Makhzen (exterior). Te recomiendo un mapa para orientarte, como el de Google Maps.
Prepárate para perderte por sus callejones; es parte de la experiencia. Lleva calzado cómodo, regatea siempre en las compras (es la norma), y ten cuidado con los 'falsos guías' que se te acercarán. Considera contratar un guía oficial para una primera toma de contacto. Bebe mucha agua, y no dudes en pararte a observar la vida local. Y por supuesto, IAudioguia puede ser tu mejor aliado para no perderte ni un detalle y descubrir su historia a tu ritmo.
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