Descubre Marina Piccola en Isla De Capri. Una experiencia única para conocer su historia y significado.
Marina Piccola es una playa pública y, por lo tanto, no tiene un horario de 'apertura' como un museo, está siempre accesible. Se puede llegar fácilmente desde el centro de Capri en autobús, taxi o incluso caminando cuesta abajo (unos 20-25 minutos), aunque la subida de vuelta es considerable. Te recomiendo echar un vistazo a los horarios de los autobuses locales en la web de Capri.net para planificar tu viaje.
La playa de Marina Piccola es de acceso público y totalmente gratuita. Sin embargo, si deseas usar tumbonas, sombrillas o las instalaciones de alguno de los establecimientos privados ('stabilimenti balneari') que hay en la zona, sí que tendrás que pagar por sus servicios. Los precios varían, así que lo ideal es preguntar directamente en el lugar.
El tiempo que decidas pasar en Marina Piccola dependerá de tus planes. Si solo quieres hacer algunas fotos y observar el paisaje, con 30-60 minutos es suficiente. Pero si la idea es darte un baño, tomar el sol o disfrutar en uno de los clubes de playa, fácilmente puedes pasar varias horas o incluso medio día.
Marina Piccola es conocida por ser el lugar donde, según la leyenda, Ulises fue tentado por las sirenas. Es una de las bahías más protegidas de la isla, lo que la convierte en un refugio ideal para embarcaciones pequeñas y un lugar predilecto para el baño, apreciado desde la Antigüedad por su belleza natural y sus aguas cristalinas.
El mejor momento para visitar Marina Piccola es durante la primavera (abril-junio) o principios de otoño (septiembre-octubre), cuando el clima es agradable y hay menos aglomeraciones. Durante el día, intenta ir por la mañana para disfrutar de más sol, ya que por la tarde la sombra de la montaña empieza a cubrir la playa. Es uno de los puntos más soleados de Capri, pero también de los primeros en perder el sol a última hora.
El acceso principal a Marina Piccola implica bajar una carretera con curvas o escaleras desde la carretera principal, lo que puede ser un desafío para personas con movilidad reducida. Una vez en la playa, el terreno es más llano, pero algunas zonas pueden requerir caminar sobre arena o guijarros. No hay instalaciones específicas de accesibilidad, así que es importante tenerlo en cuenta.
Absolutamente. Desde Marina Piccola tendrás unas vistas espectaculares de los Faraglioni de Capri. Además, puedes dar un paseo hacia el belvedere y disfrutar del paisaje, o incluso alquilar una pequeña embarcación para explorar la costa y las grutas cercanas, como la Grotta Verde (Cueva Verde). También encontrarás varios restaurantes y chiringuitos donde comer.
¡Claro! Te aconsejo llevar escarpines, ya que la playa es de guijarros y el acceso al agua es más cómodo con ellos. Lleva tu protector solar, gorra y gafas porque el sol puede ser intenso. Si planeas pasar el día, considera llevar algo de beber y comer o aprovecha los establecimientos locales. Y, por supuesto, ¡no olvides tu cámara para capturar las impresionantes vistas a los Faraglioni!
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