Descubre la historia y los secretos de Seljalandsfoss con nuestra audioguía.
Seljalandsfoss es una atracción natural abierta las 24 horas del día, todos los días del año, por lo que puedes visitarla incluso bajo el sol de medianoche. Se encuentra convenientemente ubicada junto a la Carretera de Circunvalación (Ring Road o Ruta 1), lo que facilita su acceso en coche o mediante una audioguía para tu viaje.
El acceso para ver la cascada es totalmente gratuito para todos los visitantes. Sin embargo, ten en cuenta que el aparcamiento es de pago (aproximadamente 900 ISK) y debes abonarlo en las máquinas automáticas situadas allí mismo o mediante la aplicación indicada en el lugar.
Para disfrutar de la experiencia completa, te recomendamos reservar entre 45 minutos y una hora. Este tiempo es suficiente para caminar tranquilamente por el sendero que pasa detrás de la cascada, tomar fotografías y disfrutar del paisaje sin prisas.
Esta cascada de 60 metros se alimenta del deshielo del famoso volcán glaciar Eyjafjallajökull, que paralizó el tráfico aéreo en 2010. Su singularidad histórica y geológica radica en la cueva que se ha erosionado detrás de ella, permitiendo ser una de las pocas cascadas del mundo que se pueden rodear completamente.
El verano es ideal para poder acceder al sendero trasero sin hielo, siendo el atardecer un momento mágico cuando el sol ilumina el agua. En invierno, aunque el camino de atrás suele estar cerrado por seguridad, es un lugar espectacular para intentar cazar auroras boreales sobre la cascada congelada.
El camino desde el aparcamiento hasta la base de la cascada es plano y permite una buena visibilidad para sillas de ruedas. No obstante, el famoso sendero que pasa por detrás de la cascada tiene escalones, rocas y suelo muy resbaladizo, por lo que no es accesible para personas con movilidad limitada.
A solo 500 metros a pie, siguiendo el sendero hacia la izquierda, encontrarás Gljúfrabúi, una impresionante cascada oculta dentro de un cañón. Además, si continúas conduciendo unos 25 minutos hacia el este por la Ruta 1, llegarás a la poderosa cascada Skógafoss.
Es fundamental que lleves chubasquero, pantalones impermeables y calzado antideslizante, ya que te mojarás seguro por el rocío del agua al pasar detrás. También te sugerimos limpiar bien la lente de tu cámara y llevar un paño seco, porque la humedad es constante.
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