Descubre la historia y los secretos de Los Arcos de Santa Cruz La Laguna con nuestra audioguía.
El acceso es exclusivamente por vía acuática; debes tomar una lancha pública desde Panajachel (muelle Tzanjuyú) que opera generalmente de 6:00 AM a 5:00 PM. Aunque el lugar es un espacio abierto accesible todo el día, se recomienda visitarlo durante las horas de luz para asegurar tu transporte de regreso. Puedes ver la ubicación exacta aquí: Ver ubicación en Google Maps.
Disfrutar de las vistas y la arquitectura de Los Arcos y los alrededores del muelle no tiene costo de entrada, es un espacio de libre acceso. Sin embargo, debes considerar el costo de la lancha (aproximadamente Q25-Q30 quetzales por trayecto) y el consumo si decides entrar a los restaurantes adyacentes.
Una visita de 1 a 2 horas es ideal para apreciar la arquitectura, tomar fotografías del Lago Atitlán y relajarse junto al agua. Si planeas comer en alguno de los restaurantes con vista al lago o subir al pueblo principal, te sugerimos reservar al menos medio día.
Santa Cruz La Laguna es un pueblo de origen cakchiquel con una historia marcada por su aislamiento geográfico y su conexión espiritual con el lago. Los Arcos representan parte de la infraestructura que ha convivido con las crecidas del lago, simbolizando la resiliencia y la adaptación de la arquitectura local frente a la naturaleza.
Definitivamente por la mañana, preferiblemente antes de las 11:00 AM, para evitar el "Xocomil" (viento fuerte que agita el lago) y disfrutar de aguas tranquilas. La época seca, de noviembre a abril, ofrece cielos despejados y vistas inigualables de los volcanes.
Es importante saber que Santa Cruz La Laguna es un terreno muy escarpado; aunque la zona del muelle y Los Arcos es plana, el acceso implica subir y bajar de lanchas. No está adaptado para sillas de ruedas y subir al pueblo requiere ascender pendientes pronunciadas o tomar un tuk-tuk local.
Justo en el área puedes visitar el famoso hotel y restaurante La Iguana Perdida o el centro de buceo ATI Divers. Además, puedes tomar una caminata escénica hacia el pueblo vecino de Jaibalito, conocido por ser uno de los más tranquilos del lago.
Lleva siempre dinero en efectivo (Quetzales), ya que los cajeros automáticos son escasos o inexistentes en esta orilla del lago. Además, usa calzado cómodo y antideslizante, ya que los muelles pueden estar húmedos y los caminos son rústicos.
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