Cala Sa Boadella es una playa pública, por lo que no tiene un horario de cierre. Puedes acceder a ella a pie desde los Jardines de Santa Clotilde, siguiendo un sendero. Si vienes en coche, hay un parking cercano, aunque en temporada alta puede estar bastante concurrido. Recuerda que no hay acceso directo en coche hasta la arena.

¡Buenas noticias! El acceso a Cala Sa Boadella es completamente gratuito, ya que es una playa pública. Lo único que podrías pagar es el estacionamiento si optas por el parking de pago o, por supuesto, si consumes algo en el chiringuito que suele haber en verano.

Para disfrutar plenamente de Cala Sa Boadella, te recomendaría dedicarle al menos medio día, entre 3 y 4 horas. Esto te dará tiempo suficiente para relajarte en la arena, darte un buen baño, explorar las rocas y sus pequeñas calas, y quizás disfrutar de un picnic o de las vistas. Si te gusta el snorkeling, querrás más tiempo.

Cala Sa Boadella es mucho más que una simple playa. Es una de las últimas playas vírgenes y naturales de Lloret de Mar, manteniendo un encanto agreste y salvaje que evoca cómo era la Costa Brava antes del turismo masivo. Su belleza radica en su estado natural y la tranquilidad que ofrece, un verdadero oasis. No tiene una historia monumental, pero su valor reside en su conservación.

Para evitar las multitudes, el mejor momento para visitar Cala Sa Boadella es fuera de la temporada alta (julio y agosto). Mayo, junio, septiembre y principios de octubre ofrecen un clima excelente y mucha más tranquilidad. Durante el día, intenta ir a primera hora de la mañana o a última de la tarde para disfrutar de mayor calma y los mejores colores del sol.

Lamentablemente, el acceso a Cala Sa Boadella no es ideal para personas con movilidad reducida o carritos de bebé. El camino final hasta la arena implica un sendero y algunas escaleras no adaptadas. Es una playa de acceso más natural y, por tanto, menos preparada para sillas de ruedas o carritos. Te sugiero investigar otras playas accesibles en Lloret de Mar si este es tu caso.

¡Claro que sí! Justo al lado de Cala Sa Boadella tienes los impresionantes Jardines de Santa Clotilde, un verdadero tesoro renacentista con unas vistas espectaculares al mar. También puedes subir hasta la Ermita de Santa Cristina, un punto con mucho encanto y vistas panorámicas. Ambas son opciones excelentes para complementar tu día de playa.

¡Por supuesto! Te recomiendo llevar tus propias bebidas y algo de picar, ya que el chiringuito no siempre está abierto o puede ser más caro. Lleva calzado cómodo para el camino de acceso y, si piensas hacer snorkel, no olvides tus gafas y tubo. Y lo más importante: ¡respeta el entorno! Es una playa virgen, ayúdanos a mantenerla así. No dejes basura y si puedes, trae tu propia bolsa para tus desperdicios.