Un rincón de Loja, Ecuador, donde la historia, la naturaleza y la cultura se entrelazan creando un paisaje de inigualable belleza y profunda herencia.
Al ser un valle natural y agrícola, el acceso está abierto las 24 horas, pero sugerimos visitarlo entre las 08:00 y las 18:00 para disfrutar del paisaje con luz natural. Se encuentra a unos 25 minutos del centro de Catamayo tomando la vía hacia la Costa; puedes guiarte fácilmente usando Google Maps.
El acceso a las carreteras y miradores naturales del valle es totalmente gratuito para todos los visitantes. Únicamente deberás llevar presupuesto si decides consumir en las quintas, restaurantes locales o centros recreacionales privados que se encuentran en la zona.
Te recomendamos reservar entre 2 y 3 horas para recorrer la zona con calma, tomar fotografías y disfrutar del clima. Es un destino ideal para una 'escapada express' de media jornada si te encuentras visitando la provincia de Loja.
Este valle es históricamente significativo por haber sido territorio de la etnia de los Paltas y por su increíble fertilidad agrícola ancestral. Es un lugar lleno de leyendas locales y vestigios arqueológicos en sus alrededores, representando el corazón agrícola de Catamayo.
Debido al clima cálido seco de Catamayo, el mejor momento es temprano en la mañana (antes de las 10:00 AM) o al atardecer para ver la puesta de sol. Los meses de verano (agosto a noviembre) ofrecen cielos despejados perfectos para la fotografía.
La visita es panorámica y se realiza mayormente por carreteras asfaltadas en buen estado, por lo que es accesible desde el vehículo. Sin embargo, adentrarse en los terrenos de cultivo o senderos naturales puede ser complicado para sillas de ruedas debido a la irregularidad del suelo.
Estás muy cerca de la famosa Piedra Iguana (chiriculapo), un sitio con formaciones rocosas naturales fascinantes. También puedes aprovechar para disfrutar de los balnearios y la gastronomía en el centro de la ciudad de Catamayo, conocida como la 'Ciudad del Eterno Sol'.
El sol es muy fuerte, así que es imprescindible llevar protector solar, sombrero y agua para hidratarse. No termines tu visita sin probar la tradicional cecina lojana en los restaurantes de la vía, es el broche de oro culinario para tu recorrido.
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